Otra manera de abroncar
Fueron varios los jugadores del primer equipo que la temporada pasada reconocieron cierta falta de exigencia en los entrenamientos con Eusebio Sacristán. Como que nadie, en el nutrido cuerpo técnico liderado por el de La Seca, corregía los errores cometidos en los partidos, que eran muchos, y que derivaron en las múltiples derrotas cosechadas en una campaña para olvidar. Los traspiés fueron tantos que a Jokin Aperribay no le quedó otra, y mira que defendió a capa y espada al vallisoletano, que ‘cargárselo’ poniendo así el punto final a un proyecto que duró mucho menos de lo esperado, sobre todo después del rendimiento ofrecido por ese mismo equipo una temporada antes, donde todo eran elogios. El mandamás puso al frente del equipo a un entrenador con una carácter diametralmente opuesto a Eusebio y el equipo reaccionó. Las broncas de Imanol todavía son recordadas por parte de los aficionados que se acercaron a Zubieta y también por los jugadores. Ahora, al frente del equipo está Asier Garitano, más de la cuerda del oriotarra que de la del pucelano. Al nuevo míster de la Real no le hace falta poner el grito en el cielo para que los jugadores se den cuenta de que las cosas no se están haciendo bien. Lo reconoció en su día Mantovani en este periódico: “Es de esas personas que cuando dice las cosas, las dice de tal forma que te duele más que si te pegara una bronca a la cara”. De momento, lo que sí les tiene Garitano, su fisio Miguel Pérez y compañía es con el agua al cuello. La temporada no ha hecho más que comenzar, pero la ‘tralla’ está siendo importante. Y lo que te rondaré morena porque esta semana empiezan las dobles sesiones, algo que no se veía por estos lares desde hace mucho tiempo. Es lo que toca en estas fechas