JORNADA ÉPICA
Enorme victoria de Geraint Thomas que le sirve para ser el nuevo líder del Tour, por delante de Chris Froome Mikel Nieve acarició la victoria. Gran reacción de Dumoulin, y paso atrás de Landa y Nairo Quintana
No suele ocurrir todos los días, pero tal como me reconocía un hombre de ciclismo de toda la vida como Rafa Carrasco en la etapa de ayer pasaron tantas cosas y tan buenas que no sabes cómo empezar y cómo acabar. Y tenía el ilustre director del añorado equipo ciclista Kelme más razón que un santo, porque el desarrollo de la 11ª jornada del Tour de Francia, la segunda en los Alpes y la primera que acababa en alto, de 108,5 kilómetros entre Albertville y La Rosière, es de las que se recuerdan, de las que hace afición por todo lo que ocurrió en la carretera.
Por fin los aficionados al ciclismo disfrutaron de un toma y daca constante entre los mejores ciclistas en una etapa de montaña de verdad, en un día en el que Alejandro Valverde quiso jugársela al atacar a 56 kilómetros de meta aproximadamente, a unos 5 kilómetros para la cima del Col du Pré, el segundo coloso del día. Nadie saltó a su rueda y el murciano inició una aventura que lo llevaría a ser líder virtual de la carrera y en la que encontró en la clase de su compañero Marc Soler una gran ayuda. Ambos hicieron camino, mientras Sky monopolizaba el pelotón de los ilustres con hasta seis unidades. Marcaron una velocidad de crucero, sabedores que la gloria se cuece a fuego lento.
Lo que nadie contaba es que Tom Dumoulin saltaría de la rueda del Sky atacando en el descenso del Cornet de Roselend, de 2ª, penúltima cota. En pocos kilómetros cazaron a Valverde y Soler, y en unos metros más se quedaron mano a mano el holandés y el veterano murciano, quien al final dijo basta.
Por delante, la victoria de etapa. En un día de claro protagonismo español, Mikel Nieve dejó a sus compañeros de fuga justo cuando se enganchaban de nuevo Herrada y Navarro, en un revés para la pareja del Cofidis difícil de asumir. El de Mitchleton-Scott fue recortando metros a la línea de llegada y parecía que la victoria iba a ser suya, pero poco contaba el ex corredor del Sky que por detrás se le acercaban como una exhalación Tom Dumoulin y el selecto grupo de los favoritos. A 5 kilómetros de meta, saltaba Geraint Thomas en busca de la victoria. A sus 32 años, el galés tenía la ocasión de vestirse por segunda vez en el Tour de amarillo y no lo desperdició. Su ritmo era muy elevado, llegó a la altura de Dumoulin y éste no pudo seguirle y sí, para desgracia de Mikel Nieve, lo cazó a poco menos de 400 metros. Lástima.
Por detrás de nuevo lo intentaba como en la etapa previa Daniel Martin y Chris Froome, viendo el poderío del irlandés y que su compañero en el Sky Thomas podía cogerle unos minutos buenos en la general, también pasó al ataque.
En los primeros arreones Nairo Quintana y Vincenzo Nibali saltaron a su rueda, no así Mikel Landa que fue haciendo la goma hasta que se quedó, pero hubo un momento en que para sorpresa del propio Froome éste iba solo sin nadie pegado a su rueda. Jornada redondea para el Sky, que dio toda una demostración de cómo hay que trabajar en equipo, y que deja a Thomas y Froome primero y segundo de la general, con un Tom Dumoulin que probó fortuna y a quien ya consideran en la formación británica como la gran amenaza para la victoria final.
Hoy, en Alpe d’Huez, Landa y Quintana querrán de nuevo subirse al tren de los favoritos del Tour