El farolillo rojo del Tour que no le gusta que le comparen con Neymar
Lawson Craddock cayó al fondo de la clasificación tras la cruel caída de la primera etapa
Poco podía el 2 de julio que su paso por el Tour de Francia iba a ser tan accidentado. Ese día el norteamericano Lawson Craddock, 26 años, escribía desde Girona que estaba emocionado de regresar a la carrera francesa dos años después, con el claro objetivo de trabajar para que Rigoberto Urán acabara como en 2017 en el podio de París. A buen seguro que este buen amante de los lobos confiaba en mejorar la 21ª posición de 2016 en la clasificación de los jóvenes, la cual fue a parar para el británico Adam Yates.
No esperaba que la crudeza del Tour se cebara con él a las primeras de cambio, en la etapa inicial, en la que sufrió una dura caída a 100 km de meta, a consecuencia de la cual se fracturaba la escápula y se destrozaba la ceja izquierda, necesitando puntos. Su imagen de dolor, su cara ensangrentada dio la vuelta al mundo. Ese día hizo honor a su fama de tipo duro y completó el recorrido retorciéndose de dolor encima de su bici, llegando el último a meta, a 7’50” del primer vencedor del Tour,
Es uno de los muchos ciclistas que viven en Girona y le encanta la Vuelta al País Vasco
que caprichos del destino, ya no está en carrera, Fernando Gaviria. Dolorido, siguió sufriendo y ha logrado ser uno de los supervivientes del Tour, por más que no haya abandonado ni un día la posición de faroli-
Tras cada etapa en el Tour dona 100 dólares para restaurar el velódromo de Houston
llo rojo. Tiene a nueve minutos al corredor que le precede en la tabla, el sudafricano Jay Thomson.
A raíz de su sacrificio por seguir en carrera hubo quien hizo circular por las redes sociales un montaje comparándole con Neymar en el suelo quejándose de una falta en el Mundial de Rusia. No pareció gus- tarle. “Es una imagen divertida, pero el ciclismo y el fútbol son dos deportes diferentes. Cuando caes en bicicleta, nada se detiene por ti. La carrera no se para, es una gran diferencia”, dijo. Además para dar más fuerza a su historia de superación anunció que por cada etapa que acabara donaría 100 dólares para la reparación del Velódromo de Alkek, en su Houston natal, castigado por el huracán Harvey. De momento ya lleva 1.300 dólares y si llega a París logrará una bolsa de 2.100 dólares.
Lawson Craddock llegó a su actual equipo, en 2016, procedente del Giant-Shimano. Es uno de aquellos ciclistas llamados gregarios, trabajadores, que se defiende bien en la montaña –se llevó la de la Semana Internacional Coppi e Bartali en marzo–, que fue dos años el mejor jo- ven de la Vuelta a California, 2013 y 2014 y a quien es habitual verlo correr en España. Ha disputado dos ediciones de la Vuelta, 2014 y 2015, la Vuelta a Burgos, la Clásica de San Sebastián, la Volta a València, la Volta a Catalunya y tiene una devoción especialpor la Vuelta al País Vasco. Le encanta. No en vano es uno de los muchos ciclistas residentes en Girona y, según dice su equipo, está aprendiendo castellano