Rahm y García se van a casa
Un problema personal ajeno al juego afectó la concentración del vasco y el castellonense, hundido, no sabe si ha perdido la ilusión
Decepción total en la segunda jornada del British Open en Carnoustie por lo que al vasco Jon Rahm se refiere: 78 golpes, 147 (+5) y segundo corte seguido en un ‘grande’ fallado cuando al inicio de su vuelta todo pintaba muy bien para el de Barrika, que afrontaba la segunda ronda con condiciones de juego idóneas, ya sin lluvia y sin viento, y con ganas de acabar la vuelta en lo alto, pero la situación se torció y de la esperanza de los primeros hoyos se pasó a la decepción de los siguientes.
Empezó Rahm con birdie-bogey-birdie y dos claras opciones más de birdie en los hoyos 5 y 6. Pero a partir del hoyo 7 comenzó el calvario de juego y personal de Jon. Envió la bola fuera de límites por la izquierda y acabó el hoyo con un triple bogey-7, en el 8, par 3, bogey para el español, y cerró la primera vuelta con doble bogey-6. O sea, que en el espacio de seis hoyos pasó de poder estar con -5 en lo alto de la clasificación a totalizar +6 en el día y +4 en el global, fuera en ese momento del corte.
“Me ha costado volver a concentrarme a partir del hoyo 7 y no es por una cuestión que tenga que ver con el juego, son cosas ajenas al golf”, dijo Jon al terminar, sin querer entrar en más detalles. Luego destacó que este KO “no es el fin del mundo, quedan muchos y buenos torneos a partir de ahora, como un ‘major’, la Ryder, un Mundial y la FedEx, así que aquí no se acaba la vida. Si fuera el último torneo de mi vida...¿Sacar algo positivo del día? Nada. Duele lo que ha pasado. No sé qué decir, las cosas no han salido, es duro, y difícil explicar las malas sensaciones empezando como he empezado”, añadió el bilbaíno, triste, decepcionado pero atendiendo unos minutos en la zona mixta a la prensa española.
“Es más decepción que rabia, el problema no ha sido la estrategia. Y no me arrepiento de ella. Por suerte podré jugar más British y no, no estoy preocupado por la forma. Ahora viene el Mundial de Akron en un campo que me va. Aún se puede hacer mucho en lo que queda de temporada”, incidió, para concluir repitiendo que entre los hoyos 1 y 6 jugó muy bien pero a partir del hoyo 7 “ha sido difícil mantener la concentración” .
Mala jornada, y van unas cuantas, para Sergio García en uno de los ‘grandes’, en este caso el British, en el que el castellonense volvió a quedar eliminado por el corte con vueltas de 75 y 71. Compareció en la zona mixta tras firmar la tarjeta y fue visto y no visto (no ha llegado al minuto de reloj). Muy serio, sin ganas lógicamente de responder a preguntas, el campeón del Masters de 2017 resumió así su actuación, “¿Sensaciones? Buenísimas, espectaculares. Y otro corte fallado. No sé si he perdido la ilusión. La clave ha estado en todo. He pegado golpes malos, buenos, y al final a casa”. ‘That’s all folks’. No hubo más. Dio media vuelta e imaginamos que a su casa a consolarse disfrutando de su hija Azalea. Se trata del cuarto corte consecutivo fallado en los ‘grandes’: PGA’17 y los tres que llevamos este año.
Hay quien sostiene que el de Borriol no levanta cabeza desde las cinco bolas al agua que envió en el hoyo 15 de Augusta en el pasado Masters, viéndose tan bien como se veía de juego, ambición y confianza. Ese lance del Masters es algo que quizá le costará superar y lo cierto es que las perspectivas de cara a la Ryder Cup, a día de hoy, no son optimistas. Ayer luchó para intentar estar el fin de semana compitiendo. Hubo un momento en que estaba dentro del torneo con +2 en el total, pero un doble bogey en el hoyo 16, par 3, acabó con sus aspiraciones de cortar una racha de eliminaciones difícil de digerir o asimilar