IZAGIRRE, DE NUEVO AL PALO
Ion Izagirre fue segundo otra vez, después de verse superado en Carcasona por el danés Magnus Cort Los favoritos permitieron la fuga, antes del descanso de hoy y de la última semana de carrera
Ganar una etapa en el Tour de Francia es el sueño de cualquier ciclista y pocos lo alcanzan. En los últimos cinco años el ciclismo español sólo ha logrado cinco triunfos. El de Rubén Plaza y los dos de ‘Purito’ Rodríguez en 2015, el de 2016 de Ion Izagirre y el de Omar Fraile el sábado, dejando desiertos los años 2017 y 2014. Una lista que el menor de los Izagirre insiste en ampliar. De momento, en las 15 primeras etapas disputadas el ciclista vasco del Bahrain-Merida ya ha sido segundo en un par de ocasiones. El pasado día 17 en Le Grand-Bornand y ayer en Carcasona, en un sprint final en el que partía en peores condiciones respecto al ganador de la etapa, el danés Magnus Cort, que daba a su equipo, Astana, el segundo triunfo seguido tras el de Omar Fraile en el Tour y que acababa con una sequía de nueve años de triunfos daneses en la prueba, desde que Nicki Sorensen lo hiciera en 2009 en Vittel.
Hasta la suerte final del sprint entre los tres escapados del día, el 15º asalto del Tour de Francia cumplió con el guión escrito. Una jornada escarpada y dura, de 181 kilómetros, con tres puertos puntuables por coronar, el último a 41 kilómetros de la meta de Carcasona. Como sucediera el sábado, el grupo de los favoritos permitió que se formara la fuga y que ésta tirara hacia adelante. Hasta 29 corredores llegaron a rodar en cabeza de carrera, con apellidos tan ilustres como los de Pozzovivo, Sagan, Majka, Soler o Herrada.
La carrera se rompería del todo en la última ascensión del día, Pic de Nore. Un 1ª, con 900 metros de desnivel y rampas del 7%, que tras lo visto bien podría acoger en próximas ediciones un final de etapa. El polaco del Bora Rafal Majka la coronó primero, con 30” de margen respecto a un Magnus Cort que acabaría encontrando el premio a tanto tesón. La empresa de Majka se hacía difícil de pensar que fructificara, de forma que llegaron a su altura con cierta facilidad Ion Izagirre (Bahrain-Merida) y Bauke Mollema (TrekSegrafedo). De los tres escapados, el más rápido era el danés, de ahí que a poco más de un kilómetro lo intentará Izagirre, sabedor que en el sprint tenía las de perder. Un ataque que no fue suficientemente contundente. Los tres llegaron a la recta final pegados.
Juego de miradas en el sprint
Izagirre se movía de nuevo, pero en la curva le pasaba como una exhalación Magnus Cort y se imponía con relativa comodidad al español, que de nuevo hacía segundo tras la décima etapa. Magnus Cort detenía el crono en 4h25’52” y lograba la victoria más importante de su trayectoria profesional, en el año de su debut en el Tour, junto a las dos etapas que atesora del 2016 en la Vuelta. Por detrás, el grupo de los favoritos se tomó el día con mucha, pero que mucha calma, entrando a algo más de 18 minutos del ganador del día. El único que se movió un poco fue el irlandés Daniel Martin (UAE), pero de poco le sirvió.
Es mucho el castigo físico y emocional que acumulan los supervivientes del Tour en las piernas tras los 2.549 primeros kilómetros de la carrera. Hoy jornada de descanso, a la espera de lo que pueda suceder esta última semana, que Geraint Thomas (Sky) afronta con el maillot amarillo de líder. Una apuesta que pocos hubieran realizado antes del inicio del Tour