Un primer paso en la buena dirección
El navarro ofreció detalles en un debut en el que se entendió de maravilla con Guevara
La Real ya tenía una brújula en forma de Asier Illarramendi, pero necesitaba de alguien que empujara al de Mutriku para cubrirle todas las bases. Mikel Merino ha sido el elegido por el club para comandar esa tarea y el navarro, en su debut como txuri urdin, ofreció pequeñas pinceladas de ese repertorio que guarda con mimo desde que lo explotó sin miramientos en Osasuna y ha venido repartiendo en sus posteriores aventuras en Alemania e Inglaterra.
Fueron solo 45 minutos, aunque suficientes para desplegar la lista de ingredientes que puede sumar al menú que Aperribay, Olabe, Bretos y Garitano están cocinando a fuego lento en este largo verano.
El técnico de Bergara no lo dudó a la hora de darle la batuta del equipo en el primer tiempo del amistoso que enfrentó a los txuri urdin con el Real Unión en Azkoitia. Aparcadas las molestias en el hombro que le frenaron la puesta a punto y le obligaron a perderse la anterior cita contra el Eibar, Merino se enfundó el ‘8’ de Adnan Januzaj -a la espera de que el belga apure los días de vacaciones que le restan tras el Mundial de Rusia- y se colocó en la sala de máquinas junto a Ander Guevara, otro que no titubeó en sus quehaceres.
Un gasteiztarra de 21 años junto a un pamplonés de 22. Juventud, energía y pasión a partes iguales que le dio un aire nuevo, fresco y divertido a la medular blanquiazul. Como si llevaran meses compartiendo el mismo baile, Guevara y Merino se auparon a la cima del amistoso.
Redescubriendo sus virtudes
Del canterano ya se conocían sus virtudes. Faltaba por redescubrir al navarro, cuya tarea principal en el enfrentamiento con sabor guipuzcoano fue la de cercenar las acometidas del rival e imprimirle una velocidad más a la salida del balón.
En lo primero no anduvo mal, si bien destacó más por la seguridad que desprendió con el esférico en sus piernas. Se movió poco pero con acierto y no tuvo quien le tosiera la posesión. Se deshizo de los jugadores del Real Unión con relativa facilidad y acertó después con las pocas conducciones y distribuciones
La pregunta puñetera
Le gustó a Garitano la intensidad que exhibieron sus jugadores de principio a fin?
que se atrevió a poner sobre el tapete de Txerloia
En un ‘bolo’ veraniego más rácano de lo habitual en acciones ofensivas, Merino se encargó de firmar el mejor pase de la primera mitad. El pamplonés condujo el balón en sus dominios, levantó la cabeza para ver el desmarque de Concha por la banda derecha y le filtró un pase exquisito que dejó solo al cántabro para inventarse el desenlace de la jugada. Lástima que el extremo se entretuviera más de lo debido a la hora de encontrar un final acorde a la asistencia de su compañero.
Merino demostró empaque, solvencia y claridad de ideas en 45 minutos. Mucho más no se le puede pedir en su condición de recién llegado a medio gas. Y ahora asoma Osasuna en el horizonte, una cita en casa, contra su exequipo y en la que puede acercarse a la versión que tantas alegrías dio a la parroquia de El Sadar