Un gendarme tiró a Froome de la bici
Molestar, tirar o poner en peligro a un ciclista puede suponer una pena de prisión de hasta tres años
Está visto que en este Tour de Francia no puede haber una etapa tranquila. Ayer, en un gran día de ciclismo, volvieron a vivirse situaciones esperpénticas e inadmisibles. Más allá de las ya habituales señales de desprecio hacia el Sky, y especialmente a Chris Froome, con los abucheos, insultos y cortes de manga de algunos energúmenos, hubo dos sucesos que podrían haber marcado de forma definitiva el desarrollo de la etapa y de la carrera, y que de nuevo tuvieron a los dos líderes de Sky como protagonistas.
Primero, un aficionado en un exceso, se entiende que de pasión, quiso acercarse tanto a Geraint Thomas que casi lo toca y lo tira al suelo. Estiró el brazo por encima de la valla que protege a los corredores en el último kilómetro e hizo como si quisiera agarrar del brazo al líder , ante la incredulidad de éste.
Pero es que poco después iba ser su compañero Chris Froome el que iba a verse salpicado también por la polémica. Ayer, dado el lugar donde acababa la etapa, los corredores tenían que volver por la carretera que habían ascendido hasta sus autobuses. Chris Froome decidió hacerlo en bici en compañía de un asistente de su equipo, y dado el mal tiempo y frío que hacía lo hizo protegido con un chubasquero gris, con el que era difícil identificarle. Al parecer un gendarme le dio el alto al confundirlo con un aficionado y Froome se fue al suelo. En el vídeo que existe no se acaba de apreciar si el agente de seguridad lo tira intencionadamente. Lo cierto es que después ambos tuvieron sus más y sus menos y por fortuna el cuatro veces ganador del Tour no se hizo daño.
Unos sucesos que no hacen sino agrandar la leyenda negra que está presidiendo este Tour, en que las bengalas, los insultos al Sky, el intento de agresión a Froome o la desgraciada caída de Nibali en la subida a Alpe d’Huez parecían ya suficientes, y en un día en el que ASO, la organizadora del Tour, intensificaba la campaña de respeto a los ciclistas con un mensaje claro: poner en peligro a un ciclista, obstaculizarlo, empujarlo o derribarlo puede suponer una multa y una pena de prisión de hasta tres años