Ante la tiranía del cronómetro
Hoy, última etapa para que puedan producirse cambios en la general antes del paseo triunfal en París
Tras la contrarreloj por equipos de la tercera jornada, de 35,5 kilómetros, en la que se impuso el BMC, hoy se disputa la contrarreloj individual que tiene que servir para acabar de definir las posiciones de la carrera. Por delante, y después de un castigo descomunal en las piernas, los corredores tendrán que hacer frente a un recorrido de 31 kilómetros, escarpado, rompedor y repleto de repechos. Una propuesta que de haber estado la clasificación general más apretada podría haber tenido una trascendencia mucho mayor.
Tres son los puntos que hay que tener presentes a lo largo del recorrido: las tomas de tiempo de los kilómetros 13 y 22, y la subida al Col de Pinodieta, en el kilómetro 28 de los 31 previstos, el techo de la etapa con 172 metros y que presenta una pendiente media del 10,2%.
Geraint Thomas defiende una renta de 2’05” respecto a Tom Dumoulin (Sunweb). Puede que el ciclista holandés sea el vigente campeón del mundo y que en el Giro de 2017 ya diera muestras de todo su potencial en la lucha contra el crono al arrebatarle la victoria en la Corsa Rosa a Nairo Quintana, pero dos minutos parecen una barrera casi infranqueable. Además, hay que contar que el ciclista galés del Sky se defiende bastante bien en este terreno y que proviene de la pista.
Hará bien no obstante Dumoulin de no confiarse ante el esloveno Primoz Roglic (3º). Esta temporada el corredor del LottoNL-Jumbo ya ha demostrado de lo que es capaz en esta suerte en la Vuelta de su país y en la Vuelta al País Vasco, y ya ha dado algún que otro susto a los grandes en alguna CRI. La mejor arma que puede tener Roglic es el tener que ir a todas ante la amenaza de Chris Froome (Sky), a quien bajó ayer del podio y que se halla a sólo 13 segundos tras él. El británico, dolido en el alma al ver como su compañero de equipo le ha superado y le ha impedido entrar en el selecto club de ciclistas capaces de ganar cinco edi- ciones del Tour, buscará como mínimo salir en la foto de París, en la que es su octava participación en la prueba gala. Tercero en la contrarreloj final de Marsella del Tour de 2017, ‘Froomie’ se vaciará encima de su bicicleta para despedirse del Tour con un buen sabor de boca y pisando el podio, después de ganar el Giro de Italia en mayo, lo que no pueden decir todos los ciclistas