España mantiene la excelencia
Las chicas de Miki Oca reivindicaron su clase con una exhibición ante Hungría que les otorgó el bronce en el Europeo de Barcelona
Llegaban a Barcelona buscando el oro. Se van con un bronce y con los galones intactos. La selección española femenina de waterpolo apabulló ayer por 12-6 a Hungría, campeona dos años atrás, en el partido por la tercera y la cuarta plaza en “su” Campeonato de Europa. Lo hizo en una exhibición cimentada en un parcial arrollador de 5-1 en el primer cuarto. Es la quinta medalla de esta generación, la sexta total de la selección.
Era un partido para ver cuál de los dos equipos se reponía mejor tras las respectivas derrotas en semifinales. España mordió de inicio, con Paula Leiton haciendo mucho daño a Gabi Szucs en los
movimientos en la boya. En un abrir y cerrar de ojos le sacó dos expulsiones que Pili Peña y Anni Espar no perdonaron. La defensa hacía el resto, con una presión asfixiante y con Laura Ester dispuesta a resarcirse tras el mal trago de las ‘semis’. De otra recuperación llegó la contra rematada por Mati Ortiz para que el 3-0 subiera al marcador. Anna Gual y
Anni Espar hacían que el tanto en superioridad de Dorotta Szilagyi se quedara en anécdota. 5-1 mandaban las de Miki Oca al final del primer cuarto.
Bajaba el ritmo del partido en el segundo y Hungría salía beneficiada. Nunca aflojó España, con Maica García aumentando de inicio la renta. Pero las magiares quemaron sus cartas y Garda, de
un trallazo, y Szilagyi, en superioridad, ponían el 6-3 al descanso. Solamente un golpe recibido por Maica en la mano encendía las alarmas.
Show de Laura Ester
No lo acusaba España, comandada en la segunda parte por una inmensa Laura Ester. No tenía nada que demostrar a nadie, más allá de lo que demuestra en cada partido. Frenó una y otra vez todos los ataques húngaros en el tercer cuarto, apoyada por una defensa que nunca se concedió un respiro. Era cuestión de acertar en ataque. Lo hicieron Paula Leiton cerrando una jugada de tiralíneas en la boya, Bea Ortiz desde lejos, Anna Gual desde la izquierda y Clara Espar tras filtrarse en la boya. El 10-3 prometía un último cuarto tranquilo.
Lo fue. Bea Ortiz desde la primera línea y Marta Bach en la boya se unieron a una fiesta maquillada por Keszthelyi, con dos tantos, y por Illes, casi sobre la bocina. Con un 12-6, España se llevaba una victoria inapelable.
Así, las ‘guerreras’ confirmaban el bronce para eliminar las lágrimas de dos días atrás tras la derrota en semifinales, producto del precio de convertir la excelencia en costumbre. Una costumbre que no cambia. España vuelve al podio continental, dos años después de ser cuarta en Budapest. Nunca dejó de estar entre las mejores. Se va del Europeo de Barcelona con un bronce, pero con la enésima reivindicación de que tiene una selección de oro