THOMAS YA LO TIENE
Sky quiso rizar el rizo y que Froome ganara la crono frenando a Geraint, pero Dumoulin les robó la cartera Chris acabará tercero en París, por detrás del galés y Dumoulin, y Mikel Landa será el primer español (7º)
En un Tour caótico, esperpéntico, a lo largo de muchos días, la contrarreloj individual de 31 kilómetros a las puertas de París no podía ser una excepción. La CRI transcurría en la normalidad cuando se daba como ganador a Chris Froome (Sky) en la línea de meta de Espelette, después de ofrecer un gran rendimiento a lo largo de todo el recorrido, en el que Geraint Thomas (Sky) se había mostrado una vez más el mejor. Pero cuando el cuatro veces ganador del Tour se preparaba para celebrar el premio de la consolación después de ver como su compañero le arrebataba la gloria de París, se daba como ganador a Tom Dumoulin (Sunweb), que por un segundo mejoraba el tiempo de Froome. De locos.
De esta forma, el podio de París, a la espera del paseo triunfal de hoy camino de los Campos Elíseos, queda con Geraint Thomas (Sky) primero, Tom Dumoulin (Sunweb) segundo
y Chris Froome (Sky) tercero, arrebatando ayer el tercer peldaño del cajón a Primoz Roglic (LottoNL-Jumbo), que en la CRI rindió por debajo de lo esperado. Mikel Landa (Movistar) finaliza como el mejor español, 7º, aunque ayer perdía una posición en beneficio de Romain Bardet (AG2R), mientras su compañero Marc Soler maravillaba y sellaba una estupenda novena plaza en la lucha contra el crono.
En una contrarreloj cambiante, con zonas húmedas por la lluvia y con serios repechos, Thomas se estaba adaptando a ella a las mil maravillas. Marcaba el mejor tiempo en los dos primeros parciales, pese a un susto tremendo antes de llegar a la primera toma de tiempos que casi lo lleva al suelo, y manteniendo la distancia con sus inmediatos perseguidores: 14” con Froome y 16” con Dumoulin en el kilómetro 13; 13” con Froome y 15” con Dumoulin en el kilómetro 22, hasta que en el último sector cambió todo. El cuatro veces ganador del Tour mantenía su elevado rendimiento, tomando riesgos en todo momento, con ganas al menos subir al podio de París aunque no ganara su quinto Tour, aunque con un tiempo inferior al del maillot del líder.
Dumoulin voltea el calcetín
Thomas, bien porque no había necesidad de forzar tanto la máquina o bien por querer que su compañero abrazara la gloria al menos en el penúltimo día levantaba el pie, situación que aprovecharía un enorme Tom Dumoulin que iba como una moto, dibujando un escenario más propio de una comedia barata que de una carrera ciclista de verdad. Froome se veía ganador, sentado en el ‘hot seat’, con Dumoulin a su lado, hasta que se anunciaba que el holandés era el ganador. Froome, todo un caballero, se levantó y felicitó a un rival que no se lo creía. Dudaba de si correr el Tour y regresa a Holanda con la victoria en la CRI y segundo de la general, en una carrera que nunca se le había dado del bien. Como Thomas, que tuvo su primer contacto con el Tour en 2007, acabó el 140. Hoy, 11 años después es el tercer británico que conquista Francia, tras Bradley Wiggins y Chris Froome. De los últimos siete ganadores del Tour, seis han sido corredores del todopoderoso Sky