Un nuevo buzo en dos horas y media
La firma vasca Etxeondo le confeccionó un traje nuevo después de que se le extraviara a Tom Dumoulin
Tom Dumoulin y en el seno de su equipo, Sunweb, hubo ayer muchos nervios y estrés, después de que se dieran cuenta de que el buzo, el traje con el que tenía que competir Tom Dumoulin en la contrarreloj no aparecía por ningún lado. ¿Qué se podía hacer, correr con uno usado? No, había que aprovechar la localización de la CRI, a unos 70 kilómetros de la fábrica principal de la marca Etxeondo en Irura (Guipúzcoa), proveedor del equipo. A las 09.30 horas Patxi, el hijo del jefe de Etxeondo, Paco Rodrigo, recibe una llamada del responsable del Sunweb y le explicaba que el buzo del campeón del mundo no aparecía por ningún lado, un traje especial, de campeón del mundo, con la presencia de nuevo patrocinador del equipo, Samsung. No había ninguna unidad en la sede de la marca, así que, después de sopesar todas las opciones, se decidió hacer uno nuevo. A las 10.00 horas ya había personal haciéndolo: imprimiendo el papel, cortando los tejidos, colocando los paneles, estampándolos y cosiéndolos. En menos de dos horas y media ya estaba listo el traje de la CRI, en parte a que la información de las medidas de Tom era muy reciente, pues hacía mes y medio que se le hizo el buzo original.
Un trabajador de Etxeondo –firma que también equipa a la Fundación Euskadi, al Lizarte, y al Orain Gipuzkoa y al Liv femeninos– lo cargaba en su moto y llegaba en un abrir y cerrar de ojos hasta el autobús del equipo, gracias a las facilidades de tráfico que encontró. Y a las 14.00 horas Dumoulin ya calentaba con su nuevo mailot. Lo sacaba directamente de la bolsa y después volaba en los 31 km de la contrarreloj.
Agradecido, el campeón del Giro de 2017 –un tipo sencillo, que no pone muchos problemas a la hora de pedir una nueva equipación, más allá de la moda de ahora entre los ciclistas de los culottes y maillots más largos de piernas y mangas, y que cuando empezó con Etxeondo utilizaba una talla L y ahora una S, lo que da una idea de la definición a la que ha sido sometido– llamaba por la tarde a Paco Rodrigo, fundador de la empresa en el año 1976, para darle las gracias