Una Clásica S.S. que “se torció por una tontería”
Ben King, corredor del Dimension Data causante de la caída, pide disculpas y la organización le defiende
Bajando el Alto de Miracruz se ven los montes que presiden la bahía. Urgull e Igeldo a lo lejos, en el horizonte, como si fueran fuertes inexpugnables. El pelotón de la Clásica San Sebastián oteaba el destino inmediato, Murgil Tontorra, mientras descendía agrupado dirección Gros. La calma se tornó tempestad de un momento a otro. Una caída masiva accidentó la 38ª edición. “Todo se torció por una tontería”, reacciona para MD Julián Eraso, presidente de Organizaciones Ciclistas Euskadi. El día después era agridulce.
El causante de la caída fue Benjamin King, corredor norteamericano del Dimension Data que ocupaba las primeras posiciones del ‘grupetto’. Miró hacia atrás y, de pronto, el temido afilador con el corredor que tenía delante. Provocó una montonera de 20 perjudicados, entre ellos los hospitalizados Egan Bernal y Mikel Landa.
King pidió disculpas en su cuenta oficial de twitter. “Lo siento sinceramente por los corredores que se estrellaron como resultado de mi accidente”, publicó, explicando en el mismo mensaje que “miré hacia atrás para ver a mis compañeros de equipo cuando me crucé con mi rueda delantera”. Confiesa que “es terrible cuando algo como esto afecta a uno mismo, pero peor cuando afecta a los demás. Espero que todo el mundo esté bien”.
La organización de la carrera aplaude a King y le defiende. “Su postura es buena, honesta, y por supuesto que nadie hace queriendo lo que le ocurrió”, aclara Julián Eraso en nombre de todo su equipo.
“Mejorar” lo presente
Digerido el mal trago de la caída, Julián Eraso cambia de tono. “Sobró un poco de calor para que fuera un día ideal”, resume. Incluso fue “mejor de lo esperado”, matiza.
“Yo pensaba que la jornada iba a ser abrasadora, pero pasamos por Jaizkibel a 24 grados y una nebulosa que hizo hasta bonita la subida”.
El plan de hacer una Clásica acondicionada al paso por Murgil carbura y el espectáculo es una garantía. Eraso retrocede aquí al punto de origen: “Imagínate cómo hubiera sido con todos los favoritos en carrera”. Se truncó doce kilómetros atrás. Eraso prefiere “sacar el lado positivo de las cosas” y ya piensa en el porvenir, en “pelear por mantener o mejorar lo que hay”.
“Mi tocayo es un ‘salao’”
Pese a las dificultades surgidas del error humano que cometió Ben King, para Eraso es hora de sonreír. El sentido del humor forma parte del discurso del presidente de la organización, como demuestra al repasar la exhibición de Julian Alaphilippe. “Mi tocayo es un ‘salao’”, bromea. “Es muy expresivo, como algunos franceses, siempre gesticulando con alegría”.
Aparcada la accidentada edición, llega la hora de cuidar los detalles. Eraso anuncia que visitará a Egan Bernal en el hospital y a Mikel Landa en su domicilio