Jokin Altuna pasea su txapela
Rotundo triunfo del guipuzcoano a Olaizola II en la revancha del Manomanista que sirve para que Aspe se lleve 600 botellas de vino
Había que frotarse los ojos para ver a Olaizola II tan resignado. Y mientras, Altuna III no paró de frotar la lámpara para hacer de la genialidad virtud. La revancha de la final manomanista se fue tan rápido como empezó. Se decidió en 189 pelotazos, un suspiro en el que un superdotado como el amezketarra hizo como que paseaba aquella txapela que conquistó a finales de mayo.
Si la reedición del Ogueta estaba pensada para comprobar la fiabilidad de la final de mayo, Altuna III rubricó que hoy en día es el mejor y Olaizola II no hizo gran cosa para discutirlo. El navarro estuvo de todo punto desconocido. Sólo algún resorte defensivo como marca de la casa. En el remate desacertó por completo. Muy extraño en Aimar.
Acusó el calor el de Asegarce, según propias confesiones después del mano a mano que, el realidad, fue un monólogo de Altuna III. Severo en el saque, inspirado en el remate, astuto al contragolpe. Resuelve
mientras defiende, es incomparable el guipuzcoano en ese factor desconcertante. Los últimos 12 tantos llevaron su sello, estampó su firma en cada uno.
A veces por méritos propios, otras por fallos de Olaizola II. En el resto, en el sotamano... ¡Y en el remate! Lo nunca visto. Aimar desperdició un tanto en el 10-5 que clamó al cielo. Altuna III esperaba indefenso en la zaga, el de Goizueta tenía todo a favor para terminar con una dejada y le entregó en bandeja la pelota. Jokin no perdonó.
Después no hubo color. Sólo el colorado que viste desde mayo Altuna III. Fue quien añadió azúcar a una revancha descafeinada. Se llevó el tanto más duro del partido para el 14-5, encarriló la tarde con una sensacional paradita al txoko (19-5), levantó al Ogueta con una fantástica dejada al ancho para el 21-5 y cerró el duelo con un gancho a bote que Aimar ni se molestó en defender, consciente de que la revancha fue un castigo para su cuerpo.
Martija se dañó la derecha
Como Elezkano II y Martija se habían llevado antes el primer partido del festival (22-16 a Arteaga II-Aretxabaleta), Aspe se llevó el desafío ‘Rosado Homenaje’ a falta de que se decidiera el tercer partido, entre Víctor y Darío dentro del cuatro y medio. La empresa de Eibar se llevó 600 botellas de vino. Martija se hizo daño en la derecha.
Para terminar, Víctor sumó el punto de honor para su empresa, Asegarce, al batir a Darío Gómez mediante un claro 9-22