Una prueba sin fin
Garitano esconde su idea tras un manto de constantes ensayos
Garitano está dispuesto a llevar hasta la máxima expresión la idea de que la pretemporada es tiempo de probaturas. Salvo que alguno de los dos partidos en Alemania se utilice a modo de ensayo general, la Real se plantará en el debut liguero sin haber expuesto en estas cinco semanas con trazo fino el ideario con el que pretende expresarse en el campeonato. El testimonio más fiel, el de los jugadores, habla de una Real que juega más junta, que sea más sólida y que quiera llegar arriba rápido y con gente pero los amistosos, el último ayer, no ratifican esa idea, entre otras cosas porque el entrenador no deja pasar una sola oportunidad para ensayar cosas.
Garitano se echó en brazos ayer de un tercer sistema, con tres centrales. El sopapo no se hizo esperar. Un centro lateral, un desajuste entre Zubeldia, que actuaba de líbero y Moyá, y gol en propia. Está sufriendo el de Azkoitia en esta pretemporada. No es central y si el peaje para que juegue Merino es perder el valor que aporta Zubeldia en medio campo, el negocio es un fiasco.
Con el marcador en contra, el partido ya fue otro y el Alavés tiró de un repliegue al que a la Real le costó coger el aire. Los centrales acumularon demasiado balón y aunque se jugó en campo rival, la consecuencia fue una posesión inocua, con poca clarividencia en el juego y poco peso en el mismo de los centrocampistas. Aunque en la segunda parte, ya con un 4-4-2, el equipo pareció algo más suelto, también estuvo lastrado por el gol encajado nada más iniciarse la segunda mitad.
Intentar que sus equipos dominen diferentes sistemas y estilos de juego es una máxima en el ideario de Garitano, lo que es una virtud. En aras de ese objetivo, el técnico ha sacrificado un mayor brillo en los partidos por un máximo aprovechamiento del tiempo que dispone para adiestrar a sus jugadores antes de que empiece lo serio. Ni siquiera los principales argumentos individuales del equipo han brillado a la altura de lo que se espera de ellos e incluso el rendimiento de algunos, como ayer el de Willian José, convertido casi en centrocampista, ha rozado el desconcierto.
Esta prueba sin fin en la que ha convertido el técnico la pretemporada ha tenido el peaje, incluso, de un excesivo número de derrotas lo que no debería afectar a la hora de competir, si a la hora de la verdad todos lo tienen claro
El equipo utilizó ayer una fallida defensa de tres centrales en la primera parte