ALEMANIA NO CAMBIA NADA
La primera unidad de la Real, sin Theo ni Merino, sufre su cuarta derrota consecutiva ante el Stuttgart Los de Garitano, que dio 90 minutos a los titulares, vuelven a ser vulnerables atrás e inoperantes arriba
Las señales que emite la Real siguen sin ser positivas y lo más alarmante es que sólo quedan seis días para que comience la Liga. El equipo de Garitano, que concedió 90 minutos a sus 11 elegidos para el equipo titular, cosechó su cuarta derrota consecutiva del verano ante el Stuttgart sobre otro césped manifiestamente mejorable en Weinstadt. Esta Real contemporánea del Excel, las mancuernas y el diván, por lo menos por ahora, no funciona. No muestra un estilo de juego definido, no tiene a sus mejores elementos en condiciones óptimas y es, a partes iguales, inconsistente en defensa e inoperante en ataque. Y eso que jugó con sus supuestos titulares. Habrá que evaluarle a partir del sábado, pero no está ofreciendo motivos para que se dispare la euforia.
Con Januzaj y desde ayer Moyá fuera de combate, Garitano decidió reservar a los fichajes Theo Hernández y Mikel Merino para el encuentro de hoy ante el Friburgo, aunque tiró de lo más parecido que tiene a una primera unidad. Es seguro que el ‘once’ de dentro de seis días ante el Villarreal, el primero de la Liga, será muy similar, casi idéntico, al de ayer en el Benzach Stadion de Weinstatd. Por delante de Rulli, Zaldua, Llorente, Moreno y Kevin formaron la línea de cuatro zagueros. Zubeldia e Illarra guardaban las espaldas del tridente formado por Sangalli, Zurutuza y Oyarzabal, con Willian José de estilete. Un 4-2-3-1 de manual.
El primer arrebato fue guipuzcoano. En un saque de banda, Sangalli forzó una falta cerca del vértice del área. Ejecutó Illarra y el cabezazo de Llorente salió lamiendo el palo. El portero era un espectador más.
Gol de Akolo a la primera
Sólo tardaron 10 minutos los alemanes para volver a poner en evidencia la debilidad defensiva de la Real. Sangalli no llegó a cerrar la entrada de Insúa, que centró al corazón del área, lugar donde Llorente y Héctor vieron pasar la bola y golpeó Akolo anticipándose a Kevin. Fue el único acercamiento del Stuttgart en toda una primera parte en la que la Real no le desarboló ni en corto ni en largo. Es cierto que se estiró y creó cierto peligro colgada de un Zaldua imparable que parece hasta pasado de rosca. Pero el fútbol se decide en las áreas y en ellas la Real está siendo ineficaz todo el verano.
Viendo que el fútbol asociativo desde Rulli, con Illarra de primer enlace, era improductivo, la Real optó por un juego más largo, buscando casi siempre a Zaldua en la derecha o en profundidad a Oyarzabal. Esto devino en algunas oca-
siones, como en un balón muerto tras un chut de Kevin que Oyarzabal no supo embocar o el cabezazo de Willian tras un centro caído del cielo de Zaldua, tras la primera secuencia de pases larga de la Real. De nuevo Oyarzabal se encontró con la figura de Ziegel, que le salió rápido a los pies fuera del área tras una peinada de Zurutuza.
Los realistas se baten el cobre por el orgullo y el deseo de no perder otra vez
Luchan hasta la extenuación
La Real salió con más electricidad a la segunda parte aunque la mejor ocasión la tuvo Mario Gómez, que intentó una vaselina ante un adelantado Rulli, que se le fue por centímetros. Los de Garitano querían explotar las bandas y penetraron con Zaldua y Kevin. Un centro del galo provocó la dejada de Willian José y la segunda patada al aire de la tarde de Oyarzabal delante del cancerbero.
Illarra se multiplicaba para engrasar a su equipo e intentaba conectar con Willian José, pero las oportunidades sólo fueron alemanas, una para cada uno de los atacantes de refuerzo que sacó Tayfun en la reanudación: González, Donis y Didavi, cuyos disparos desde la media luna salieron rozando el larguero, como si fueran copias.
Los realistas realizaron un esfuerzo descomunal en la presión y para tratar de romper las líneas alemanas, pero las fuerzas fueron menguando, considerando que Garitano hizo jugar todo el partido a sus 11 elegidos. Moreno y Zubeldia llamaron a la igualada con sendos cabezazos en dos corners, pero el resultado fue inamovible.
Aperribay tenía previsto ver este primer encuentro en Alemania, pero al final se quedó realizando gestiones para fichar un jugador de ataque y para contrarrestar el presumible ataque del Athletic con una nueva renovación a Oyarzabal. Y mientras, la Real no se encuentra a sí misma