El Eibar domina, pero no mata
Un gol en propia puerta de Posch en el minuto 82 permite a los armeros empatar ante el Hoffenheim
El Eibar disputó ayer su penúltimo partido amistoso ante el Hofffenheim alemán en un estadio en el que el césped estaba en dudosas condiciones para la práctica del fútbol.
Durante la primera mitad fue el conjunto dirigido por Mendilibar el que intentó llevar el peso del encuentro. Además de controlar durante más tiempo la posesión del balón, también fue el que más aproximaciones realizó sobre el área rival, especialmente tras el ‘cooling break’ del minuto 25. El Hoffenheim estuvo replegado atrás y apostó por salir rápido a la contra para
sorprender a los guipuzcoanos. Orellana con un derechazo cerca del minuto 30 fue el primero en intentarlo sin éxito, mientras que más tarde Sergi Enrich no pudo cabecear con precisión un buen centro desde la parte izquierda de Cote.
Poco antes del descanso, en el minuto 41, otra vez el delantero menorquín fue el jugador que por apenas centímetros no consiguió marcar. En esta ocasión un defensa le quitó el balón cuando el armero iba a chutar a la portería defendida por Baumann. Fue la última ocasión antes de pasar por vestuarios.
En el inicio de la segunda mitad Elgezabal sustituyó a Calavera, que había visto una tarjeta amarilla durante la primera parte. En estos primeros minutos fue el Eibar el que siguió llevando las riendas del amistoso.
En el minuto 54 Escalante vio amarilla. El partido seguía en manos de los guipuzcoanos, que volvieron a crear peligro antes que los alemanes, en otra subida de Cote que Kike y Enrich no pudieron rematar. Poco después, en un córner que sacó Bebé, Elgezabal no fue capaz de peinar el balón con acierto.
Pese a todo, fue el Hoffenheim el que consiguió adelantarse gracias a un cabezazo del defensor Bicacic en un córner en el minuto 60. Fue desde ese momento cuando los alemanés se empezaron a animar a subir más al ataque y a meter en apuros a los eibarreses, pero por poco tiempo, ya que pronto volvieron los armeros a recuperar el control del partido. Una vez aguantado el chaparrón, en el último tramo de encuentro y tras un robo de Diop, el Eibar montó una contra que finalizó Orellana. El lanzamiento lo detuvo el portero rival, pero en el rechace el balón rebotó en Posch y el esférico se introdujo dentro de la portería en el minuto 82. Empate y a seguir sumando minutos