LA REAL ES UN MELÓN POR ABRIR
Cierra con empate ante el Friburgo una pretemporada en la que Garitano ha priorizado las cargas a los partidos Juanmi, tras asistencia de Merino, adelanta a los txuri urdin, que salen como tiros, pero se vienen abajo
La Real se va de Alemania sin saborear de nuevo el sabor de la victoria, pero por lo menos cortando la sangría de derrotas y con un nuevo soldado activo para las próximas batallas. Theo Hernández disputó sus primeros 27 minutos con la elástica txuri urdin, sin pena ni gloria, pero ocupó un carril que va a llevar su nombre durante la temporada. El gris empate ante el Friburgo en una tarde de calor y sobre un césped pésimo infectado por un virus pone el telón a una pretemporada que ha suscitado más dudas y escepticismo que certezas o ilusión. Dos victorias, dos empates y cuatro derrotas es el triste bagaje de las ocho citas estivales.
Garitano quiere construir un equipo desde la seguridad, con la fortaleza defensiva por bandera, confiando en la acreditada calidad de sus jugadores de arriba para decidir; pero esta Real, por lo menos en verano, ha sido como un queso Gruyere. Eso ha manchado sus resultados y restado fiabilidad. Ha encajado goles en todos los partidos y ha dado la sensación de ser un coladero, como en muchos momentos del pasado curso, en el que el equipo estaba más expuesto y tenía un juego con identidad. La Real, de momento, no la ha encontrado en su periodo de pruebas. Deberá buscarla durante la competición. Se acabaron las balas de fogueo. Villarreal abre la guerra de verdad, con balas que hieren.
El técnico ni sabe ni le molesta cuál es el triste balance de resultados. Ha ‘tirado’ los partidos y dado prioridad a las cargas (tremendas) en los entrenamientos. Sabía que los futbolistas iban a acometer derrengados cada partido después de jornadas de 14 horas en Zubieta, cinco de ellas de entrenamiento y otra práctica matinal más. Garitano ha hecho competir a sus jugadores con una mochila llena de sandías a la espalda. Y por eso la Real es un melón por abrir. Imposible saber si cerrará el gripo o fluirá en su juego con balón cuando se desprenda de la frutería.
Garitano optó por alinear su segunda unidad, con Merino por fin como protagonista, en un doble pivote completado por Guevara. De nuevo pintó un 4-2-3-1, con Juanmi como falso delantero partiendo desde la izquierda, un Pardo muy activo de mediapunta y Capilla por la derecha. Bautista buscó el gol desde el minuto 1 como único delantero.
Los realistas marcan un gol y dan dos postes en un muy buen inicio de partido
Eléctricos sólo de salida
Salieron los txuri urdin eléctricos, con ansia de invertir su dinámica de resultados y una presión muy adelantada, con Bautista y Pardo de primeros emprendedores, que no-
queó al Friburgo en los primeros compases. En los 12 minutos iniciales, la Real marcó, dio un palo y gozó de cuatro ocasiones más. La galerna sólo se tradujo en el tanto de Juanmi, el delantero invisible y cazador del área, que cabeceó en el segundo palo un balón lanzado desde la esquina por Pardo y peinado por Merino. Nada más empezar, Bautista había chutado al poste ante Schwolow tras una recuperación de Pardo casi en el área local, Capilla había buscado la gloria en dos ocasiones y el portero había abortado un primer intento de Juanmi.
Gira el partido con el ‘break’
El ‘cooling break’ refrescó a los alemanes, les sirvió para ajustarse y la Real pareció acusar el golpe de la salida de Juanmi por unas molestias. El Friburgo comenzó a mover el balón de lado a lado y a castigar a la Real bombardeando con balones largos a un Gorosabel con ciertos problemas de orientación. Zubiaurre se tuvo que lucir con una mano increíble en un disparo de Waldschmidt encabritado por el muslo de Navas.
El que igualó fue Petersen, merced a un penalti de pipiolo de Gorosabel a Frantz. Fue a despejar el canterano sin advertir la presencia del enemigo, al que propinó una patada de kárate. El palo, en otra falta botada por Pardo y cabeceada hacia su portería por Haberer evitó el segundo realista ante del paso por los vestuarios.
Tras el descanso, la Real trató de jugar más al pie y encontrar a Capilla y Pardo por dentro, pero fueron los teutones los que asustaron por los repetidos fallos de la zaga en campo propio. El árbitro anuló un gol a Petersen por un fuera de juego posicional, muy dudoso, de Niederlechner.
27 minutos para Theo
Salió Theo en el 63’ y sus compañeros parecían querer canalizar el ataque por él, como explorando un argumento nuevo para invocar al triunfo. Pero ni el francés pudo cambiar la tendencia del partido. Los teutones tuvieron más bríos para buscar el gol y los realistas se dieron por satisfechos con llegar enteros al final. Agirretxe gozó de los últimos 10 minutos y la Real por lo menos cortó la hemorragia de derrotas. El Villarreal espera en seis días. No parece la Real en las mejores condiciones para firmar una gesta. Pero es fútbol. Y la Real
Garitano cree que la Real llegará bien a Villarreal sin la mochila de las cargas de trabajo