Va a ser insoportable

El fichaje de Kepa Arrizabalaga por el Chelsea se ha convertido en la peor operación posible para la Real. No es que el Athletic no tuviera dinero para hacer frente a un desembolso importante -no hay más que ver los casos de

Iñigo Martínez o Yuri-, pero sí ha dañado el orgullo de un Urrutia que a buen seguro intentará ‘pescar’ en la Real. La perla más cotizada es Mikel Oyarzabal. Los 60 millones de cláusula que separan al eibartarra de Bilbao no parecen un impedimento para los de Ibaigane. Otra cosa bien distinta será la voluntad de un futbolista que siempre ha mostrado una clara voluntad de seguir creciendo en la Real. Hasta ahí todo normal. Pero los 20 días que restan para que se cierre el mercado van a convertirse en un martilleo constante desde el otro lado de la A-8 para hacer ver poco menos que lo lógico y positivo para Oyarzabal es que éste vista de rojiblanco. Nadie duda de que

Urrutia lo intentará, pero molesta más que Berizzo hable sin tapujos del eibartarra. Sabemos cómo se mueven este tipo de fichajes y la presión va a ser insoportable para que el joven atacante txuri urdin cambie de aires. Él y sólo él podrá decidir su futuro. No menos importante será la presión que ejerza el entorno del futbolista para que tome una decisión u otra. Y cómo no, la propuesta de un Aperribay al que la renovación del canterano le va a salir más cara de lo esperado. Un mal menor teniendo en cuenta lo que supondría la marcha del ya ‘10’ txuri urdin. Se avecina la ofensiva final por el zurdo realista y la Real debe estar a la altura de las circunstancias. Lo mismo que un Mikel Oyarzabal que debería salir hoy mismo en sala de prensa para dejar claro que el 1 de septiembre seguirá siendo jugador de la Real. La afición lo merece y el club que le ha llevado a Primera División también