El VAR triunfa en Tánger en su debut
Del Cerro Grande consultó dos veces con Gil Manzano: corrigió un fuera de juego para dar validez al 1-0 del Sevilla y ratificó el 1-1 del Barça
El árbitro Jesús Gil Manzano y el asistente Ángel Nevado Rodríguez, los dos extremeños, fueron los encargados del VAR en una cabina de reducidas dimensiones y con pocos monitores de televisión en el estadio Ibn Battouta de Tánger. La comparación con las espaciosas habitaciones que se vieron en el Mundial de Rusia, con más pantallas que en una tienda de electrodomésticos, corrieron por las redes sociales, pero a la hora de la verdad todo funcionó a la perfección. En el césped, el colegiado madrileño Carlos del Cerro Grande, en permanente contacto con ellos. Todos ellos pasarán a la historia del fútbol español por estrenar el videoarbitraje en partido oficial, el Sevilla-Barça, con una Supercopa de España en juego.
Muy pronto, en el minuto 8, ya fue necesaria la primera consulta. Sarabia había marcado tras asistencia de Muriel, un gol anulado en primera instancia porque el asistente levantó la bandera al apreciar fuera de juego. Los jugadores del Sevilla protestaron y Del Cerro Grande pidió la mediación. La respuesta inmediata, sin interrupciones excesivas (más rápida que en Rusia 2018) fue que el gol era válido por milímetros. Acertaron. 1-0.
Aunque no parecía necesaria otra consulta en el 1-1 del Barça en el 42’ porque Messi, de falta, disparó al poste y Piqué aprovechó el rechace llegando desde atrás, la presión del Sevilla provocó que Del Cerro Grande contactara con Gil Manzano. El gol valió.
No fue necesaria otra consulta porque Del Cerro interpretó penalti de Ter Stegen a Aleix Vidal y ni quiso saber qué se cocía en aquella habitación. Si fue error, se equivocó el árbitro, no el VAR. Se lo paró el alemán a Ben Yedder, el Barça se llevó el título y el VAR triunfó