Impactos de una silueta estética
Si en otoño e invierno solemos recogernos cuando aparecen lluvia, nieve, paraguas, abrigo y cuchara, la primavera y el verano son motivadores infalibles para exponernos ante un sol tan necesario como temido. Diríamos que, simplificando y respetando el gusto de los mil colores de cada uno, en verano brillamos más.
He rebuscado el porqué y de dónde me viene la continua búsqueda del estilo y la belleza, más allá de una innegociable actitud ganadora, y esto que voy a escribir es lo que llevo dentro:
El primer impacto me lo causó una foto en blanco y negro de mi padre -siempre la guardaré hasta que yo deje de respirar- recién finalizada la vuelta ciclista a Ciudad Real amateur. Allí estaba con otros ciclistas, su Copa y ese cuerpo atlético (estilo Luis Ocaña, añado) que tanto me impresionó. Yo tendría 6 años y ya quería ser ciclista como él o su amigo Federico Martín Bahamontes…
Años más tarde, segundo impacto: la selección brasileña del 70 jugando pero andando y acelerando cuando conquistaban los tres/cuartos de campo o se la daban a un joven llamado Pelé... Magia del tuyamía con una pelota. Ellos ME DESENCADENARON del Catenaccio y me ‘hice’ de la verdeamarelha. Con claros síntomas de eternidad a la edad de 11 años.
Luego llegaron las primeras levantadas, con reloj/despertador a las tres de la madrugada y mis 14 cumplidos, para ver a alguien que decía -“soy El Más Grande de la Tierra”-. Y lo decía antes de entrar en combate. Era el increíble Cassius Clay que ganaba pero ¡cómo lo hacía! Me maravillaba su baile de piernas, los gestos retando, desgastando al púgil adversario para rematarlo finalmente cuando bajaba la guardia o se desfondaba. JUGABA CON Él y dominaba la escena a su antojo. La estética de su estilo jamás conocerá el último round.
Y luego llegamos al despegue. Otro prodigio de belleza y estilo, capaz de saltar tan alto que el aro de las canastas no podían mirarlo de frente. Lo tenían que hacer mirándolo hacia arriba. Vuelta a poner el despertador -para ver la previa NBA con mis amigos Andrés Montes y Antoni Daimiel -y quedarme sin sueño por culpa de un tal Michael Jordan .Yame gustaban Pippen y Magic Johnson, pero Air Jordan me cautivó por su estética. Despegaba como todos los mortales y cuando tocaba la cima del salto, ¡zas!, allí se quedaba mientras empezaba a aterrizar el adversario. Se pueden meter más canastas, pero sé que no volveré a SENTIR impacto más fuerte.
En otros deportes también podría añadir especialistas. Me vienen a la mente la espectacular zurda de Rafa (Nadal), la facilidad técnica de Federer, el estilo de Muguruza, las fascinantes carreras de Bolt en los 100 y 200; el maravilloso ataque de zurda de nuestra súperCampeona Carolina Marín… sí, puede haber más deportistas que te atraigan más allá de las victorias.
Y sin dar nombres, para ser educado y respetuoso, existe también todo lo contrario. Deportistas que ganan y ganan pero no enamoran al carecer de encanto físico en el movimiento. Volviendo al fútbol, por ejemplo, no es lo mismo regatear a 4 ó 5 rivales y meter gol que hacer uno simplificado o sin oposición. No es dificultad, se llama ESPECTÁCULO. En el Barça se compite para ganar tratando de jugar bien y siendo protagonista. Tanto el Barça como la selección consiguieron lo que más deseamos los jugadores: títulos. Lo escribí aquí: no existe futbol más grande que el estético. Verano bonito