“VUELVO A DISFRUTAR CADA DÍA”
Gerónimo Rulli (La Plata, Argentina, 1992) reafirma su compromiso con la camiseta txuri urdin y hace borrón y cuenta nueva tras un ‘annus horribilis’.
¿Satisfechos con el arranque?
Muy contentos. Ganamos en una cancha complicada y estamos ilusionados.
¿Le dolió recibir el primer gol?
Todos duelen, lo importante fue que después el trabajo defensivo fue muy bueno. Queríamos cambiar la imagen de la pretemporada.
¿Ha cambiado el rol del portero?
El año pasado quedábamos mucho más expuestos y en nuestra posición se notaba mucho más. Quizá ahora estemos mejor a la hora de defender y eso siempre se agradece.
¿En qué ha notado la llegada de Llopis?
En todo. En lo emocional, en coger más responsabilidades en el juego aéreo... Aspectos en los que antes no estaba del todo bien.
¿Por qué se resalta tanto su trabajo?
Lo primero que hizo fue cambiar mi mentalidad y para mí fue buenísimo que llegara a la Real. Lo quiero aprovechar. No tengo miedo a decirlo: es de los mejores y quiero sacarle todo el rendimiento.
¿Para qué se graban los entrenamientos?
Para analizar aspectos como el ángulo de las piernas. Por ejemplo, hemos visto que yo echaba el peso hacia atrás y me apoyaba demasiado en los talones. Debo hacerlo más en las punteras para moverme mejor y llegar más fácil a las esquinas.
¿Ya no le puede recomprar el City?
No. Hasta este verano la Real tenía el 70% y a partir de ahora adquiere un 10% cada año. Estoy contento aquí. Mucho más ahora por cómo entreno y trabajo.
Ha vuelto con Argentina.
Quedarme fuera del Mundial fue un golpe duro, aunque no me lo había merecido. No aproveché la oportunidad y el resultado estaba ahí. Me preparé durante el verano para la Real y ahora recibí la llamada.
¿Qué pasa con Rulli y los veranos?
Este año lo tenía muy claro. A mí nunca me preguntaron, solamente me sacaron una conversación en Argentina en la que me preguntaban por mi opinión sobre Boca. Sé cómo es este juego y no voy a negar que mi nombre salió en los últimos veranos, pero este año estaba más tranquilo que nunca porque sabía lo que quería. No me gusta entrar en conflictos con nadie y a veces prefiero guardar silencio y esperar a que pase.
¿Deja atrás su peor año?
Sin duda. No alcancé los objetivos que me había puesto. Este es un año nuevo, la vez que más contento e ilusionado estoy. Disfruto a diario y eso es algo que me estaba faltando.
¿Qué falló?
Fueron muchas cosas. No estaba en mi mejor momento personal y tampoco como grupo. Me faltó regularidad. Fue el año en el que más trabajé y peor me salieron las cosas. Ahora tengo una mentalidad diferente.
¿Gracias, entre otros, a Llopis?
Tengo el claro ejemplo de Keylor Navas, que viene de ganar tres Champions. Sería descabellado por mi parte no darle crédito. Ahí tengo un camino a seguir y estoy con la persona adecuada para mejorar.
¿Intentó cambiar algo?
Mi mujer fue la que más sufrió. Si hay alguien a quien se lo tengo que agradecer de corazón es a ella. Ahora trato de ser la persona que salió de Argentina hace cinco años, ese chico normal y corriente que solamente se preocupaba por jugar al fútbol, entrenar y disfrutar de la vida.
¿A qué Rulli de los últimos cuatro años se quiere acercar?
A ninguno, quiero ser mejor. Sí es cierto que, cuando llegué, nadie me conocía y después de la lesión fueron seis meses muy buenos, los que más disfruté, porque todo era nuevo. Quizá me quiera acercar más a ese, aunque el segundo y tercer año también fueron buenos.
¿Siente que la afición ya no confía tanto en su trabajo?
Puede ser y lo entiendo. Esto es fútbol. Un día fui a agarrar una pelota en Anoeta y escuché unos silbidos. Nunca me había pasado y fue algo nuevo y doloroso porque menos de dos años antes me habían nombrado mejor jugador de la temporada. Nunca te imaginas llegar a ese nivel, pero todo sirve para aprender. No quiero que se vuelva a repetir y para eso tengo que tener más actuaciones como la de Villarreal.
¿Ese día sintió pena, rabia...?
Impotencia. Porque sabía que los estaba defraudando. Soy muy autocrítico y lo sabía. Quiero cambiar esa sensación y que vuelva a ser como antes. Quiero que la gente mire la portería, me vean parado y sepan que
pueden estar tranquilos.
¿Ha notado desconfianza de sus compañeros en el campo?
En mi tercer año llegamos a un nivel muy alto con Yuri, Iñigo, Raúl, ‘Txarli’ y luego Álvaro. Sabíamos lo que había que hacer y estábamos tranquilos. El año pasado salió todo del revés y cada uno pensaba una cosa distinta. En el arranque, y poco más, fue cuando mejor estuvimos. Desde octubre se nos hizo todo muy cuesta arriba, fuimos perdiendo confianza para jugar y fue difícil recuperarla.
En invierno se lesiona, Toño queda señalado y se habla de Lunin. Confirmó una conversación con Loren al respecto.
Siempre mantuve lo mismo: todo el que venga y haga mejor al equipo será bien recibido. En ese momento no lo miras como que te van a robar el puesto o vas a tener competencia, sino que lo ves desde el otro punto de vista. No sentí que la Real me estuviera soltando la mano y no creo que este club trate así a los jugadores.
¿Se relajó?¿Necesitaba una competencia más alta?
Muchos me lo dijeron, incluso mi familia. Yo no estaba relajado, soy mi principal competidor y quiero ser mejor cada día. Entrenaba más y más y nada salía.
Acudió a un gimnasio externo.
Quería salir de esta nube en la que estás todos los días y buscar otra cosa. Cambiar de aires y conocer gente nueva y puntos de vista distintos, como el de Sergio. No era la primera vez que iba y este año volveré. Es una persona que me ayudó a prevenir lesiones.
¿Cómo vivió el fichaje de Moyá?
Yo estaba lesionado, no podía ni caminar. Me enteré porque me escribió mi padre, yo no sabía nada. Estaba desconectado, centrado en recuperarme de la rodilla. Lo primero que hice fue escribir a ‘Rubo’ (Pardo) pero él tampoco sabía nada. A los pocos minutos, la Real lo hizo oficial. Estaba con mi mujer en casa viendo la tele y me llegó la noticia. “Mira, trajeron a otro arquero”, recuerdo que le dije. Y la verdad es que lo hizo muy bien contra el Betis.
¿Cómo es su relación con él?
Compartimos mucho tiempo dentro y fuera de Zubieta. Es una persona muy alegre. Diría que desde que se fue Vela no teníamos ese alma en la plantilla. Nos dio un aire nuevo a todos desde el principio. Es una competencia muy sana y tenemos una relación casi de amistad. Nunca me ha tocado un vestuario en el que los porteros se lleven mal. Es muy raro. Todos me han dejado algo técnico, táctico o algún consejo. Ha sido una bendición que haya venido, me hizo mejor portero.
¿Qué tal lleva las críticas?
Ni bien ni mal, no leo periódicos. Son mis padres los que me lo trasladan. Yo soy el primero que sabe cómo lo hago. Al único que le acepto la crítica o el halago es a mi entrenador de porteros. Antes era Jon Alemán y ahora Luis.
¿Dónde pone el listón de la Real?
Tenemos equipo para pelear por la Copa y estar en Europa. Nuestra liga es contra Athletic, Betis, Sevilla, Valencia, Villarreal… Son los que siempre andan entre el tercero y el noveno. Somos un equipo que está preparado para competir al máximo contra los mejores.
¿Sin gente como Vela, Iñigo, Xabi Prieto o Canales?
Fue un cambio muy grande, sí. Se fue gente importante, como el técnico con el que entramos a Europa, pero ha llegado savia nueva. Es el momento con más gente pendiente del día a día en Zubieta.
Sin ir más lejos, ahora hay un ‘coach’. ¿Ha hablado con él?
Sí y después de esta entrevista charlaré otro rato con él.
¿Qué le parece?
Es otra herramienta. Hay quien lo usa y no cree en ello y hay quien directamente pasa. Depende de la personalidad de cada uno. A mí me gusta hablar con él, son charlas de 20 minutos. Como si estuvieras con un amigo. Me sirve porque el año pasado no lo pasé bien y no quiero que me vuelva a suceder nada similar. Para tener otra perspectiva de lo que puede ocurrir y de cómo lo puedo solucionar.
¿Conocía esta figura?
En Argentina también la tuve. Se llamaba Andrea. En mi primer año aquí seguimos en contacto, pero después lo dejé y aquí tampoco se me ocurrió buscar algo similar. Trato de aprovecharlo otra vez.
¿Y de qué hablan?
Se trata de aparcar lo negativo y resaltar lo positivo, que lo hay. Tratar de hacer ‘click’ y que salga eso y no lo malo. Antes solo asomaba lo negativo. Otro punto de vista de alguien que estudió y sabe manejar diferentes circunstancias.
¿Dónde está el listón de Rulli?
No quiero mirar a final de temporada sino al próximo partido, al siguiente entrenamiento... Metas cortas