La Real concede demasiado

Tanto va el cántaro a la fuente que se acaba rompiendo. El refranero popular nunca miente. Eso es lo que pasó a la Real ayer en Butarque, en un partido que se le puso muy de cara para el minuto 16 con ese 0-2 y en el que terminó pidiendo la hora tras una segunda parte en la que sufrió más de la cuenta para poder sacar algo positivo. El equipo txuri urdin entregó otra vez al balón a su rival, incluso más que en su puesta de largo en El Madrigal, y a punto estuvo de pagarlo muy caro. Menos mal que en el arranque del partido estuvo muy acertado de cara a la portería de Cuéllar. De lo contrario, el castigo hubiera sido mucho mayor. La Real se metió muy atrás, más de la cuenta, aspecto que aprovechó el Leganés para martillear una y otra vez el área de un Rulli, ayer bastante impreciso en sus salidas. La Real se mostraba incapaz de sujetar el balón. No lo supo hacer ni con 0-2 a favor. Demasiados pelotazos para un Willian José que ayer, además de fallar la ocasión que pudo significar el 1-3 definitivo, no supo sujetar el esférico de espaldas. Lo único positivo, que la Real sigue puntuando fuera de casa a la espera de estrenar el nuevo Anoeta. También es cierto que no puede dejar escapar oportunidades como la de ayer. Con un 0-2 a favor en el minuto 16, no puede sufrir tanto para sujetar un partido que tenía en su mano. Toca seguir trabajando