Sandroterapia para las lesiones
El grancanario marca dos goles y deja detalles en un entrenamiento en el que despunta el canterano Martín Zubimendi
La Real sufre cuadros depresivos estos días por las noticias que llegan desde la enfermería, que han dinamitado parte del frente ofensivo del equipo: la retirada de Agirretxe, el cruzado roto de Merquelanz, la dolencia actual de Willian José... Pero el fútbol sigue a pesar del parón y hay que reinventarse. Hay fondo de armario y los técnicos ya tiran de alternativas para mantener intacta la dinamita para las próximas citas: Barcelona, Huesca, Rayo.
Y ahí irrumpe el nuevo fichaje, Sandro Ramírez, que en el entrenamiento de ayer exhibió parte de su repertorio, con un gran gol incluido. El otro futbolista que despuntó en el castigado verde de Zubieta fue Martín Zubimendi, jovencísimo pivote del Sanse, internacional en todas las categorías, que se gustó con una genial asistencia y un ‘txitxarro’ de chut lejano.
Volvió a ser una práctica marcada por las ausencias, nueve en total. Por lesión se ausentaron Willian José, Moreno, Merquelanz, Llorente y Januzaj y por sus compromisos internacionales Rulli, Oyarzabal, Zubeldia y Merino. Llorente puede estar en los dos apartados porque participa en la concentración de la selección española, con Luis Enrique al mando, a pesar de la fractura de peroné que sufre. Para paliar estas bajas, los técnicos convocaron a cinco jugadores del Sanse: Zubiaurre, Le Normand, Lapeña, Zubimendi y Guevara, aunque este último realizó trabajo de recuperación porque está lesionado.
Tras la entrada en calor y los rondos iniciales, de varias modalidades, los jugadores realizaron varios partidillos nueve contra nueve en un 60% de la dimensión del campo. En un lado jugaron Zubiaurre; Zaldua, Aritz Elustondo, Lapeña, Theo; Sangalli, Zubiaurre, Pardo; y Sandro. Enfrente se colocaron Moyá; Gorosabel, Le Normand, Navas, Kevin; Illarra, Zurutuza; Juanmi y Bautista. No era juego libre, sino con ciertos condicionantes –en ocasiones con dos comodines que participaban en el ataque de los bandos- y luego hubo variantes en los equipos. Por ejemplo, Sandro terminó jugando junto a Juanmi.
El orgullo del aita
Los goles los marcaron Sandro por partida doble, Zubimendi y Juanmi. El grancanario anotó el primero arrojándose al césped para rematar cruzado un pase profundo de categoría de Zubimendi y el segundo, de disparo cruzado con la izquierda. El canterano donostiarra de 19 años, internacional en todas las categorías, firmó un golazo de disparo fuerte con la zurda para solaz de su aita, que seguía sus evoluciones con satisfacción y orgullo desde el graderío del campo principal de Zubieta. Juanmi cerró la cuenta con un remate llegando desde segunda línea.
La nota curiosa del entrenamiento es que lo dirigió el segundo entrenador, Rubén de la Barrera, que repartió consignas durante la hora y media que duró. Garitano fue un espectador más, de privilegio porque estaba junto a la banda. No pronunció una sola palabra, salvo cuando charló al final con Zurutuza e Illarra