El Bera Bera se queda sin gas ante el Guardés Donostia
Pierde la primera final del curso tras ir siempre a remolque (28-24)
Un Bera Bera mermado por las bajas se quedó sin gas en una de las citas más importantes de este inicio liguero. A pesar de estar todavía arrancando el motor, las donostiarras estuvieron por debajo de su nivel habitual en casa del Guardés y eso, en el duelo entre dos de los principales aspirantes al título, se paga muy caro. Sin la solvencia defensiva que caracteriza a este equipo y con una primera parte repleta de errores e imprecisiones en ambos lados, la balanza se inclinó gradualmente hacia el lado gallego y no hubo manera de darle la vuelta a la situación.
Desde el principio se vio que pintaban bastos en A Sangriña. A pesar del buen trabajo de Renata Arruda en portería, al Bera Bera le costó una barbaridad crear peligro real en ataque estático. Judith Sans, Esther Arrojería y Elke Karsten se echaron la producción ofensiva a sus espaldas con incursiones variadas y latigazos pero el Guardés no cedió la batuta: basó su estrategia en intentar sacar más provecho a los errores de su adversario. Y lo hizo.
La intensidad fue el ingrediente principal hasta el descanso, batalla en la que las locales golpearon primero. Con el marcador reflejando un 13-9 al descanso, el Bera Bera se encomendó a su férrea defensa para salir del atolladero pero ayer no fue el día.
De hecho, el guión del segundo tiempo estuvo marcado por la alegría ofensiva más que por las murallas en la retaguardia. El Bera Bera, que trató de apagar la luz de su rival a toda costa, no encontró su sitio en este escenario y poco a poco fue cediendo terreno. La desventaja de tres goles pronto se hizo mayor y las pupilas de Imanol Álvarez llegaron a estar contra las cuerdas (20-14 en el minuto 40).
Sin embargo, en el momento de mayor oscuridad asomó el gen guerrero de esta plantilla. Arrojería agarró las riendas, Cardoso se unió a la contienda y las jugadoras con menos peso en estas primeras jornadas dieron un paso adelante. Terés y Camejo lograron dianas importantes y, poco a poco, el Bera Bera fue erosionando esa ventaja.
Estela Carrera, salvadora
En un visto y no visto, las donostiarras apretaron el partido sobremanera. De repente, a tres minutos para el pitido final, Arrojería se metió hasta la cocina para sumar un nuevo gol y poner el marcador candente (26-24, m. 57).
Sin embargo, faltaba por aparecer la protagonista del encuentro. Estela Carrera, portera del Guardés, se hizo gigante bajo los palos y desbarató dos acciones consecutivas que apagaron la llama del Bera Bera y dieron alas a sus compañeras hasta el final.
El descanso del próximo fin de semana vendrá bien al equipo de Imanol Álvarez antes de recibir al BM Castellón en Bidebieta. Será el regreso de Montse Puche a la que fue su casa