MODRIC GANA POR EL ESCUDO
El croata es escogido el mejor del año gracias al peso de la tercera Champions consecutiva Messi y Cristiano han pasado de dominar la última década a no aparecer por la alfombra verde
Luka Modric llegó a la gala de The Best con un esmoquin de Dolce&Gabbana decorado con un escudo dorado enorme, de esos que brillan y que destacan por su diseño. Sabía que había ganado el premio ‘The Best', Boban no se separó de él desde que aterrizó en Londres acompañado por su familia. Sabía Modric que había ganado por el escudo, el del Real Madrid, el de esa Champions League que suponía la tercera consecutiva. Porque en año de Mundial casi siempre conquista el galardón el capitán de la selección que se proclama campeona del mundo y que destila la identidad del fútbol que practica su equipo. La única forma de justificar que ‘El Mejor' fuera el líder de la subcampeona era añadir que Modric ganó con el Real Madrid la Champions... El escudo. El mismo que protegía a Cristiano Ronaldo y que ahora lo desprecia.
CR7 no quiso viajar a Londres para no encontrarse con Florentino Pérez. Cristiano lleva mal las traiciones. Además, sabía que no había ganado. Ni él ni Messi estuvieron presentes en lo que algunos quisieron ver como el cambio de ciclo en el fútbol mundial, ilusos ellos, porque mientras Leo Messi tenga hambre de títulos, el orden lo marcará él. Hasta si me apuran Cristiano. La última década se han alternado los premios los dos cracks, uno tú uno yo, se han retroalimentado Messi y Cristiano, han dominado una década... y qué nadie los jubile, qué no se atrevan, porque volverán.
Modric ha recibido el ‘The Best' que merecían Xavi o Iniesta, es el
galardón que homenajea a los centrocampistas que no deciden con sus goles pero sí por su forma de interpretar el juego. Tiene razón Didier Deschamps cuando se quejaba de que ninguno de sus futbolistas estuviera nominado al premio. Pero sólo tenía que mirar de reojo la primera fila del Royal Festival Hall para entender que este año todo ha sido muy ‘político': gana Modric - el Real Madrid y la selección
croata de la que todos se enamoraron-, se mantiene Cristiano Ronaldo porque la Champions pesa, entra Mo Salah, musulmán, del otro fútbol.
Pretenden jubilar a Leo Messi. Creen que es fácil cambiar el orden mundial del fútbol. Pero en la alfombra verde, en el Hotel Marriott que alojaba a todos los cracks, nadie dudaba que el Mejor, ‘The Best' hasta que se retire,
es Leo Messi. Sí, es verdad, sería bueno que Messi hubiera estado en Londres para recibir los halagos del mundo del fútbol, pero a Leo empatar en casa con el Girona le pone de mal humor, más viajar a Londres sabiendo que serviría para darle color a una gala muy política.
El guión de la gala estaba escrito de antemano. Debía ganar el título de mejor entrenador Didier Deschamps para compensar que ni Griezmann ni Mbappé estuvieran ni nominados, a Cristiano ni agua - estaba nominado al Puskas- incluso su ex entrenador Zinedine Zidane habría votado por el gol de Bale... Se sentó Zizou por detrás de Sergio Ramos y Marcelo, cariñoso con los suyos, con todos. Modric es un gran futbolista y cuando Gianni Infantino pronunció su nombre llevaba el discurso bien aprendido. Habló como juega, sin aspavientos, educado, felicitando primero a Salah y a Cristiano. Dedicó el premio al Real Madrid y a Croacia, casi se emociona. Y acabó la gala con la sensación de que la FIFA no lo ha conseguido, querían que cambiase el ciclo del fútbol, pretendían que las nuevas caras dominaran el imaginario de los amantes del fútbol. Pero en Londres se habló más de las ausencias de Leo Messi y Cristiano Ronaldo que del premio a Modric que emocionó a Boban, capitán de la Croacia del 98. Se puso a llorar el hombre que más manda en la Fifa. El que aplaudió más que nadie que este año ni Cristiano ni Messi ganasen el premio
Modric dedicó el premio al Real Madrid y a Croacia... e hizo un guiño a Boban