Ronaldinho, de Londres al tributo a la Bomba
El brasileño, embajador del Barça, será uno de los grandes que acompañarán a Juan Carlos Navarro
A falta de un Leo Messi al que vitorear en la alfombra verde o un Cristiano Ronaldo al que pedir un ‘selfie', Ronaldinho Gaucho fue el más aclamado en la entrada de un Royal Hall de Londres iluminado para la ocasión. Ronnie llegó sin corbata, él hubiera preferido tocar los bongos con Noel Gallagher - que entregó el premio Puskas-, se puso el gaucho unas gafas de sol y una gorra blanca y se dedicó a repartir sonrisas, además de presentar el ‘once' de la FIFA. Como no estaba Messi, él se quedó con el trofeo de su hermano del alma, se lo podrá entregar en Castelldefels.
Regresó Ronaldinho con la expedición azulgrana a Barcelona con el avión privado preparado por la FIFA, es embajador del Barça. Con él, su hermano Roberto de Assis. Ronnie quería estar en Barcelona en el homenaje a la Bomba Navarro, es un apasionado Ronaldinho del baloncesto, muchas de sus jugadas las copiaba del basket. Así podrá abrazar a su hermano Carles Puyol, otro grande que no faltará en el tributo al gran capitán.
Javier Bordas encabezó la representación azulgrana. Boban, secretario general de la FIFA, estuvo especialmente cariñoso con Bordas y le diseccionó el Barça de Valverde. Mbappé se abrazó al directivo azulgrana que también pudo saludar a un Willian entregado: habría sido un gran fichaje el brasileño. Junto a él, Guillermo Amor, un tipo muy querido.
Cerca, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, charlaba con otros ‘fifos' mientras David Aganzo, presidente de la AFE, buscaba a los jugadores a los que quiere proteger. Él era de los pocos que no querían ver a Messi en la gala: “Prefiero que descanse”. Samuel Eto´o, ahora en Qatar, es uno de los muchos que se acercó a la expedición azulgrana para recodarles que “el mejor es Messi” mientras el resto hablaba de Modric como el futbolista que honraba a los mortales.
Sergio Ramos se vistió con un esmoquin blanco, quizás queriendo hacer un guiño a su club, el más representado en la gala con cinco jugadores: Modric, Courtois, Varane, Marcelo y el tipo de blanco. Siempre espectacular Pilar Rubio, la periodista y presentadora, pareja de Ramos, ella sí muy elegante, casi tanto como Joana Sanz, la esposa del ‘alado' Dani Alves, un tipo tan dicharachero que se atrevió a participar del show.
Ronaldo, el Fenómeno, se estrenó en la gala como propietario del Valladolid y seguro que se habría llevado a Pucela a más de uno de los cracks con los que compartió cena japonesa y unos mojitos espectaculares.
Modric, con claca, se llevó los aplausos de los que saben que este año tocaba premiar a un mortal. Kanté fue el otro trabajador del fútbol que levantó aplausos unánimes: el centrocampista de la selección francesa es un crack
Javier Bordas estuvo charlando con un cariñoso Mbappé y un Willian entregado