The Best: Cristiano difuminado
Las transmisiones en Mega y TDP, obsesionadas en la necesidad de que ganara Modric
La previa de la gala The Best de la FIFA en Teledeporte y Mega fue una tertulia para que los colaboradores reafirmaran entre ellos la imperiosa necesidad que el jugador ganador fuera Modric. En Real Madrid Televisión, desde las cinco y media de la tarde calentaban motores convirtiendo el evento casi en una fiesta del club blanco y un largo homenaje al futbolista croata. Se trataba de difuminar a Cristiano del relato en una gala donde dejaron vacía su silla.
Fue una gala donde la FIFA eligió mal a sus presentadores (Idris Elba y Anne-Laure Bonnet) y contrató a unos pésimos guionistas. Elba anunciaba a su compañera: “Una periodista políglota para proporcionar conocimiento, inteligencia y encanto”. Qué bien que lo adviertan, como valores que no se le presuponen o que pueden pasar desapercibidos. La ceremonia derivó en un anti-espectáculo sin ritmo y sin emoción que, en las televisiones españolas, se vio agravado por unos intérpretes haciendo una traducción que más que simultánea era a trompicones e interrumpidos por los comentarios y risitas de fondo de los tertulianos (tanto en Teledeporte com en Mega). Lo mejor, la actuación de Noel Gallagher, que es lo que tiene menos que ver con el fútbol. Y los agradecimientos de Marta y Modric, que fueron los únicos que parecieron conmovidos a lo largo de una gala que tenía más de márketing y de trámite que de celebración trascendente.
Tomás Roncero en Mega hizo honor a la tradición y sólo participó para ovacionar todo lo que oliera a Real Madrid: “¡Muy bien Sergio Ramos vestido de blanco!” y a selección española.
Lo curioso es que, al final, los tertulianos de Pedrerol eligieron el discurso de Modric como el mejor momento de la gala. Quién los ha visto y quién los ve. Atrás quedan esos tiempos en que criticaban a Guardiola por hacer parte de sus discursos de agradecimiento en catalán, su idioma materno. Entonces les parecía una falta de respeto para la gente del resto del mundo que no entendía su idioma. Esta vez, que Modric hablara en croata a sus compatriotas les sonó a canto celestial aunque no entendieran nada