Un problema para Garitano
Gero Rulli escribió en la noche del martes un nuevo capítulo negro dentro de la trayectoria descendiente que viene protagonizando desde la temporada pasada. Su figura ya estaba un tanto deteriorada, pero ahora lo está un poco más después de sus últimas actuaciones. Su postrero error, el protagonizado frente al Rayo, le vuelve a colocar en el disparadero y muchos no entenderían que el argentino siguiera bajo palos frente al Valencia este sábado. El debate sigue abierto. Asier Garitano se ha convertido en el principal valedor de Rulli. Su apuesta ha sido clara, incluso desde la pretemporada, en la que ya dejó entrever sus preferencias por el portero sudamericano en lugar de por el mallorquín. La lesión sufrida por éste antes de viajar hasta Alemania para afrontar los dos últimos amistosos del verano, allanó el camino del técnico, aunque por lo visto, éste ya lo tenía muy claro. Pero muy pronto su apuesta se está viviendo abajo. Los errores cada vez son más relevantes y están costando puntos. Frente al Barça falló de manera clamorosa en los dos goles del conjunto blaugrana. En El Alcoraz mantuvo su portería a cero, pero las sensaciones fueron malas. Y el martes, con el Rayo como rival, no atrapar un balón que a simple vista parecía claro supuso que Advíncula abriera el camino de la remontada para los entrenados por Míchel. Con el partido ante el Valencia a la vuelta de las esquina, Garitano podría estar sopesando seriamente la posibilidad de introducir un cambio en la portería y echar mano de Miguel Ángel Moyá, para quien el de este sábado será un partido especial. El pasado ché de Moyá El hecho de enfrentarse a un ex como lo es el Valencia, también puede jugar a favor de Miguel Ángel Moyá, que perteneció a la disciplina valencianista dos temporadas en las que apenas jugó. Y eso que la entidad ché pagó cinco millones de euros al Mallorca por hacerse con sus servicios. Del Valencia pasó al Getafe y luego al Atlético Madrid, desde donde llegó a la Real el pasado mes de marzo como solución de emergencia ante la nefasta gestión de la portería que había hecho la dirección deportiva hasta esa fecha. Eusebio, como no podía ser de otra manera, echó mano del mallorquín. Lo hizo con Rulli lesionado y cuando éste se recuperó. Solo se perdió cuatro partidos en ese tramo final, tres de ellos por lesión y otra por decisión técnica de Imanol Alguacil. El 20 de mayo frente al Barça ha sido su último partido oficial con la Real. Este sábado puede llegarle su oportunidad