Anoeta supera su primer gran reto
La entrada ante el Rayo superó en 4.400 espectadores la media de asistencia de los partidos entre semana de la pasada campaña
Anoeta se enfrentaba el martes a su primer gran reto. A nadie se le escapaba que todo lo que rodeó al encuentro frente al Barcelona fue excepcional y que todos esos factores paralelos al encuentro contribuyeron a generar el extraordinario ambiente que se vivió en la grada del campo de Amara en el duelo frente a los culé. El enfrentamiento ante el Rayo iba a situar a todo el mundo en algo mucho más próximo a la realidad que se vivirá semanalmente en el estadio. Un encuentro entre semana, como tocará muchas veces a lo largo de las temporadas en las que la Real no juegue en Europa (viernes o lunes serán habituales), ante un rival del montón y por la noche. Para evitar que la caída con respecto al choque ante el Barça fuera demasiado acusada, la directiva txuri urdin anunció la medida que acompañará durante todo el curso, a través de la cual podrán pasar adultos con pases de niño a los encuentros que se disputen más allá de las 20.00 horas. Y sobre el terreno se pudo comprobar que la afición realista superó la prueba. Se dieron cita 21.510 espectadores. Unos 5.000 menos que frente al Barcelona, sí, pero una cifra muy por encima de los datos de afluencia que ofrecía el campo la temporada pasada cada vez que la Real no jugaba en fin de semana. La pasada temporada se disputaron tres encuentros fuera de los días de descanso del personal y en ninguno de ellos se alcanzaron siquiera los 19.000 espectadores. El campo donostiarra superó en prácticamente 3.000 espectadores la mejor entrada que registró un choque entre semana durante el pasado curso. El tope se quedó en los 18.515 aficionados que acudieron a ver el Real Sociedad-Espanyol. La media teniendo en cuenta los tres choques jugados entre el lunes y el viernes -Sevilla y Deportivo además de Espanyolse estancó en los 17.115 aficionados. Ante el Rayo Vallecano hubo 4.400 más. Todo un éxito. Tomando en consideración los dos duelos disputados hasta la fecha, el nuevo campo ofrece una asistencia media de 24.133, aunque huelga decir que la cifra carece de representatividad, toda vez que sólo se han disputado dos partidos y uno de ellos ha sido frente al Barça. Lo que sí es un dato a tener en cuenta es el importante impulso que vivió la afluencia en un choque incómodo como el del martes, con un rival recién ascendido y un horario un tanto tardío para ser entre semana. Hay que tener en cuenta, además, que no se pusieron entra- das a la venta para ninguno de los dos partidos que se han jugado hasta la fecha, con lo que todos los asistentes fueron abonados o compromisos del club.
Factor ambiental
Al margen de la afluencia de personal, que es la parte tangible de lo que se pudo vivir el martes en Anoeta, está el factor ambiental. Obviamente no existe manera de medirlo, pero la grada Aitor Zabaleta volvió a presentar un gran aspecto y no paró de animar al equipo durante los 90 minutos. Esto unido a que el campo ya tiene tres cuartas partes de su estructura cerrada y que el sonido no se escapa como antes, contribuyó a crear un clima radicalmente diferente al que se hubiera vivido en este encuentro hace sólo cinco meses