Naufragio en Las Gaunas
Pésimo partido de un Real Unión sin fútbol que comienza a emitir señales preocupantes
El Real Unión comienza a emitir señales preocupantes. Su arranque de temporada no estaba siendo bueno, pero la derrota ayer en Las Gaunas ante un Logroñés que no había ganado un partido y que estaba lleno de dudas, enciende las primeras luces de alarma en un equipo que mostró su peor versión, que apenas pudo inquietar a un rival cuyo entrenador se jugaba el puesto y que deja muchas incógnitas. Cierto es que el equipo tenía ocho bajas, pero esas ausencias, aunque importantes, no sirven para explicar el pésimo encuentro disputado en tierras riojanas.
La situación que vive el Logroñés no es sencilla y esas dudas que le lastran se notaron en los primeros compases en los que su falta de confianza era evidente. El problema es que enfrente el Real Unión tampoco hizo nada para que esas dudas se acrecentaran, por lo que con el paso de los minutos los locales se fueron percatando de que podían hacerle daño al rival.
Paredes fue el primero en probar fortuna en el minuto 9 al culminar una cabalgada con un disparo que se marchó cerquita del poste. El conjunto de Juan Domínguez no lograba llegar a las inmediaciones del área rival, coleccionando esas pérdidas, en ocasiones absurdas, que tanto daño le han hecho en partidos anteriores y el dominio riojano se fue intensificando sin que tuviera que hacer grandes alardes. El gol se veía venir y llegó en el minuto 38 con un disparo raso de Marcos André que superó a Irazusta.
Sólo en la última acción de la primera mitad consiguió el Real Unión inquietar a Miguel en un remate de Estrada que el meta local envió a córner.
No obstante, ese amago de reacción no fue tal y, tras el descanso, fue el Logroñés quien siguió dominando. De hecho, tuvo el segundo en un remate de Víctor al palo y en un gran disparo de Marcos André que esta vez Irazusta desvió a córner en una buena parada. Luego, tras la enésima pérdida, Marcos André salió a la contra y tras sentar a Ekhi y quebrar a Esnaola, disparo alto con todo a favor.
Amago de reacción
Hubo un atisbo de reacción en los unionistas liderado por Alain Eizmendi. Una acción personal suya estuvo a punto de ser rematada por Urkizu . Después, un disparo del beasaindarra fue detenido por Miguel en lo que era el primer remate a puerta de los de Juan Domínguez. Y acto seguido fue Etxaburu quien lo intentó, pero otra vez Miguel evitó el empate.
Las Gaunas empezaba a ver fantasmas de nuevo, pero el recién incorporado Rubén Martínez, tras otra pérdida unionista, los espantó definitivamente al aprovechar el rechace de Irazusta a disparo de Marcos André para hacer el 2-0.
Juan Domínguez decidió entonces jugársela dando entrada a Babos primero y a Garcés después, pero ya era demasiado tarde. Había poco tiempo y, aún peor, había menos fútbol