LEJOS DE COMPETIR
El Gipuzkoa Basket inicia su andadura en la Liga Endesa con una dura derrota ante el Fuenlabrada en Illunbe Los donostiarras nunca tuvieron opciones de ganar el partido y se mostraron muy desacertados en todas las facetas del juego
El Gipuzkoa Basket comenzó la temporada de la peor forma posible. No sólo por perder, que esto en la Liga Endesa le puede ocurrir a cualquiera, sino porque no tuvo opción de partido en ningún momento y dejó claras sensaciones de que al equipo le faltan todavía días de adaptación al juego colectivo, mayor actividad en la cancha y, sobretodo, que sus supuestas figuras, los jugadores que deben ser los referentes, alcancen una velocidad de crucero necesaria para optar a ganar. Ayer debutó el base mejicano Jorge Gutiérrez, salió incluso de titular, pero evidenció muy pronto que está una marcha por detrás de sus oponentes. Tampoco fue el día de Blagota Sekulic, llamado a ser el jugador más importante en el juego interior. Falto de energía y despistado acabó el choque con valoración negativa. Si a esto le añadimos que Alberto Corbacho se quedó sin anotar y sin encontrar buenos tiros, que Nevels apareció y desapareció y que solo Salvó, Dani Pérez, que tuvo un duro adversario en Tomás Bellas, Bobrov y Van Lacke se mostraron decididos de cara al aro rival, se puede explicar el por qué el GBC se quedó en 60 puntos y el Fuenlabrada se hizo de forma demasiado cómoda con la victoria.
El arranque dejó claro que la apuesta defensiva de los locales no iba mal, pero sí que el ataque dejaba mucho que desear. Ambos equipos rivalizaron en fallos en los primeros minutos, aunque el Fuenlabrada sacó mayor partido a su mejor aspecto físico. La buena dirección de Bellas, el trabajo interior de Zanna y los rebotes de Clark superaron a un GBC que firmó una estadística muy pobre en lo que a mirar la canasta contraria se refiere. El 8-14 de estos diez minutos reflejaba los flojos porcentajes de acierto de los locales. Un 22% en tiros de dos puntos y un 20% en triples. El 46% en tiros de dos del ‘Fuenla’ le bastaba para ir cogien- do la delantera.
Parecido fue el segundo cuarto. Los errores de Sekulic en ataque, la inferioridad del GBC en el rebote y la entrada en calor de jugadores como Paco Cruz y Alex Llorca, así como del base Luka Rupnik, le dieron al conjunto madrileño un plus de calidad que los donostiarras no supieron equilibrar en ningún momento. Con Corbacho bien defendido y sin aportar en lo suyo que son los tiros lejanos, con el rebote para el Fuenlabrada hasta que Miquel Salvó y Bobrov ajustaron su canasta, la diferencia en el marcador se situaba en un preocupante 20-34 después de dos triples de Llorca y Rupnik. Al descanso pintaba mal para los de Sergio Valdeolmillos que seguían con muy pobres porcentajes de tiro (35% en tiros de dos, 18% en triples y 25% en libres). Al ‘Fuenla’, que no pudo disponer de Christian Eyenga y tampoco de Lucas Nogueira, este último recién llegado, le salían bien las variantes encontradas por su entrenador Agustí Julbe ante el pobre partido ofensivo de su estrella Marko Popovic, con cero puntos al descanso.
Se esperaba un GBC con más carácter en la continuación pero esto no ocurrió. El merito de los madrileños fue el no bajar nunca la intensidad hallada en el segundo cuarto. Siguieron defendiendo bien y con-
trolando el rebote y percutieron con garantías hacia el aro local. Valdeolmillos lo intentó todo. Colocó a Salvó de ‘cuatro’, varió el quinteto, pero nadie salió al rescate.
Sin reacción
Algunas acciones de Bobrov más cinco puntos seguidos de Van Lacke rebajaron la desventaja hasta un 37-50, pero tras el tiempo muerto solicitado por el técnico visitante llegó un nuevo triple de Rupnik que cortó de inmediato el atisbo de reacción local. Con 37-55 se entró en los últimos diez minutos y con todo finiquitado porque no hubo cambio de ritmo en el GBC y sí control total de la situación por parte del Fuenlabrada. En el minuto 35 llegaba la mayor renta de los madrileños con un 48-72 demoledor. Algunas acciones de Barro al final maquillaron un marcador que nunca peligró para los visitantes y que dejó claras las carencias de un GBC que necesita mejorar sobre todo en sensaciones físicas de jugadores importantes y, por supuesto, lograr un actividad mayor a la hora de atacar la canasta rival. De lo contrario, le va a tocar sufrir mucho esta temporada