LAS REINAS DEL PODIO
La selección española superó a Bélgica para colgarse el bronce en la Copa del Mundo de Tenerife Las titulares lideraron la doble respuesta al tirón inicial del rival y a su reacción (0-11) en el último cuarto
Lo ha vuelto a hacer. La selección femenina, cumpliendo la tradición de cada verano, se hizo ayer con una nueva medalla para su ya extensa colección. En esta Copa del Mundo de Tenerife ha sido de bronce, tras superar a Bélgica por 67-60 en una final de consolación que no acabó de decidirse hasta el último minuto. Es el sexto podio consecutivo de un equipo que ya es historia del deporte español.
Si a lo largo del torneo varias veces habían sido las teóricas secundarias las que sacaron las castañas del fuego, en el partido decisivo dieron un paso al frente las titulares, con Xargay (17), Torrens (15) y Ndour (13) aportando los puntos, Nicholls cimentando la defensa y firmando al final dos canastas decisivas y Palau robando dos balones que fueron la puntilla para Bélgica.
El partido siguió el guión a que la selección española se ha acostumbrado en este Mundial. Una salida muy fría que permitió al ri- val abrir bien pronto una brecha considerable y la reacción posterior gracias a los relevos que entraban desde el banquillo. Así, Bélgica tomó el control muy rápido con dos canastas de Emma Meesseman y aumentó su ventaja hasta una máxima de diez puntos (5-15) tras los siete primeros minutos. España no veía aro ni por ca- sualidad, con muchos problemas en el ataque estático.
La diferencia con otras ocasiones es que esta vez el peso de la reacción española lo llevaron las teóricas titulares (más Ouviña), con mención especial para Xargay, Ndour y Torrens. Dos canastas seguidas nada más salir de la balear despertaron a España, que a base de una defensa muy activa desactivó el ataque belga. Si las de Philip Mestdagh habían anotado 15 puntos en los primeros 6:41 de partido, en los restantes más de 13 minutos hasta el descanso solo pudieron sumar 12 más.
La buena defensa permitía a España correr, el territorio donde se encuentra más cómoda, y si a eso se añade que en el segundo cuarto reboteó como nunca en este Mundial (11 ofensivos al descanso) es fácil entender el vuelco del marcador.España dominaba por 7 (32-25) a poco del descanso.
Las buenas sensaciones se acrecentaron en la reanudación, con España haciéndose con la manija del encuentro para situar las diferencias en torno a los diez puntos. Meesseman, casi infalible en ataque (acabaría con 24 puntos), intentaba dar réplica pero estaba muy sola y España se presentó al último cuarto con una máxima ventaja de 12 puntos (55-43) que parecía garantizarle el bronce.
No era así pues Bélgica no había dicho aún su última palabra. Apretando en defensa y jugando con la despreocupación del que se sabe perdido si no arriesga, el equipo belga firmó un parcial de 0-11 al inicio del último cuarto que dinamitó en tres minutos la ventaja de España (55-54). Se revivía la pesadilla de las semis ante Australia, en la que la selección abrió el último cuarto 8 puntos arriba para acabar cediendo.
Pero España había aprendido la lección. Un triple de Torrens nada más regresar a pista dio tranquilidad (60-54) y dos canastas de Nicholls cuando más apretaba la defensa belga abrieron el camino de un triunfo que sentenciarían dos robos de Laia Palau, el segundo culminado con la asistencia para el triple de Xargay que finiquitaba definitivamente el encuentro a 38 segundos de la bocina final.