Al Eibar le cuesta entrar en calor
Suma dos victorias en las primeras siete jornadas, lejos de los fulgurantes arranques que protagonizó nada más ascender a Primera División
Desde que logró el ascenso a Primera División, el Eibar siempre se había caracterizado por unos arranques trepidantes que le permitían salvar los muebles de cara a la temida segunda vuelta, donde el rendimiento terminaba bajando enteros hasta el punto de coquetear con el descenso. El acelerón inicial era suficiente para embolsarse un suculento botín de puntos y aguantar el tipo hasta el final de curso. Sucedió con Gaizka Garitano y también en los primeros años de José Luis Mendilibar al frente de la nave armera.
Sin embargo, la tendencia se ha revertido en las dos últimas campañas, con números prácticamente calcados que han situado al Eibar a estas alturas del curso a la cola del pelotón. En esta ocasión, y tras el varapalo sufrido en Ipurua frente al Sevilla, los armeros acarician la zona de descenso con solo dos victorias en su casillero, siete puntos de 21 y un largo trayecto para recorrer por delante si no se quiere coquetear con el peligro antes de lo previsto. Es un balance prácticamente idéntico al de hace doce meses, con la diferencia que en la 17/18 añadieron un empate más a la causa.
La experiencia de esta temporada está siendo agridulce y canjeable por un viaje en la montaña rusa. Dos derrotas consecutivas en el inicio de liga, ante Huesca y Getafe, dejaron los ánimos por el suelo en Ipurua, aunque la victoria en el derbi contra la Real encendió las luces en el vestuario, más si cabe tras darle continuidad a esos tres puntos con un empate en el Metropolitano y otra victoria en casa frente al Leganés.
Sin embargo, los tropiezos ante Espanyol y Sevilla en un margen de tres días han traído otra vez la oscuridad más negra a Ipurua y Atxabalpe, los dos bastiones con los que cuenta el Eibar. De momento, el trabajo defensivo necesita un pequeño ajuste para tapar las fugas, ya que 14 goles recibidos es una remora a la que hay que poner freno a la mayor brevedad.
Tampoco el acierto ofensivo está brillando como debiera: seis dianas se antoja una cifra algo escasa para un plantel en el que, de momento, hay un generoso reparto de minutos entre los cuatro delanteros: Sergi Enrich, Kike García, Charles y Marc Cardona siguen con hambre y tienen hueco de sobra en sus mochilas.
En busca de la regularidad
El Eibar camina más lento que hace unos años pero trata de hacerlo con más regularidad, como acabó sucediendo la pasada temporada. De nada vale gastar todas las balas ahora para quedarte sin munición en el momento más crítico. Poco a poco, Mendilibar confía en ir colocando al equipo en una posición más cómoda en la tabla, aunque cada año la pelea se vuelve más ardua.
Como es lógico, el calendario aprieta.Antesdelparónlosarmeros viajan a Montilivi para medir sus fuerzas con el Girona. Después del largo descanso, los de Mendilibar tendrán que hacer frente al Athletic en Ipurua, viajarán a Balaídos para verse las caras con el Celta y volveránasucasapararecibiralAlavés