Januzaj no es el problema

Yahora un cólico nefrítico. No sé qué más le puede pasar a la Real en este arranque de temporada para olvidar en lo que a contratiempos se refiere. Es lo que le faltaba, por otra parte, a un gafado Adnan Januzaj. Por lo menos, el belga ya está en casa. El atacante txuri urdin todavía no ha jugado ni un solo minuto en el presente campeonato por una lesión que se produjo en el pasado Mundial tras un encontronazo con Lukaku .Su rodilla quedó dañada, tanto que no pudo jugar ni un solo partido más de la cita de Rusia después de la exhibición realizada ante Inglaterra. En la Real se conocía el alcance de la lesión y no se puso remedio alguno y ahora resulta que muchos de los males que padece este equipo se deben a la ausencia de un futbolista al que, no hay que olvidarlo, le costó ofrecer su mejor versión un mundo, y tampoco hay que olvidarlo, lo hizo a cuentagotas. Todavía habrá que esperar un tiempo para verlo de nuevo en acción, pero que nadie espere que lo haga en plenitud de condiciones. Después de un periodo largo de baja, cuesta volver, como le está pasando a Willian, y todo eso corre en contra de la Real, que, de momento, sigue sin encontrar su camino. Quizá Zurutuza tenga razón cuando lamenta la falta de paciencia para asimilar los nuevos conceptos de Asier Garitano. Quizá el míster también la tenga cuando lamenta el infortunio que está teniendo, pero no es menos cierto que el tiempo apremia y que el derbi ya está aquí. Las sensaciones no son las mejores, pero si hay un partido especial para los txuri urdin es el duelo de San Mamés, donde la motivación es máxima. Quizá sea el punto de inflexión necesario para remontar el vuelo y revertir el rumbo de una temporada que, de momento, no invita al optimismo