LA TRICOLOR TIENE NIVEL
La selección vasca reinvindica su oficialidad con una goleada sobre la Vinotinto Los seis cambios introducidos por Amorrortu y Etxarri en el descanso resultan decisivos
La Euskal Selekzioa se impuso con claridad a Venezuela en Mendizorra. Los vascos jugaron más y mejor que sus rivales, pero tuvieron que esperar hasta el segundo tiempo para hacer valer su manifiesta superioridad a ras de césped. El bloque de cambios introducido por Amorrortu y Etxarri al descanso pilló desprevenido al combinado de Dudamel.
La Tricolor encarriló pronto el encuentro gracias a la picardía y la sutileza de Ibai. El bilbaíno batió a Romo con un tiro raso de falta directa en pleno salto de los componentes de la barrera visitante. La Vinotinto, sin embargo, empató de inmediato con un gol de rebote. La igualdad imperó hasta el descanso.
A la vuelta de vestuarios, sin emte bargo, el choque se decantó de manera clara y rotunda a favor de los locales. Bautista y Sangalli batieron a Romo a las primeras de cambio y a partir de ahí todo fue fútbol control por parte de la Euskal Selekzioa. Dudamel también buscó revulsivos en su banquiillo, pero no dio con la tecla idónea para intimidar a su rival. Aritz y Murillo, así y todo, tuvieron tiempo de completar el marcador.
Alrededor de 15.000 personas, según los organizadores, se dieron cita en Mendizorroza en el partido del reencuentro de la selección vasca con su afición tras algo más de un año de parón. La reivindicación de la oficialidad quedó paten- a lo largo de toda la noche. No fue la única.
Un once de lujo
Amorrortu y Etxarri apostaron de salida por un bloque muy bien compensado. Riesgo tuvo por delante una defensa formada por Martín, Aritz, Iñigo Martínez y Yuri. Illarramendi y Manu formaron el doble pivote con Williams, Zurutuza e Ibai en la media punta y Aduriz en la delantera.
La propuesta de Venezuela, a nivel táctica por lo menos, fue similar a la local. Dudamel también apostó por un 4-2-3-1, aunque su propuesta resultó más conservadora dado el repliegue intensivo
aplicado desde el mismísimo saque de centro. Los vascos, en tales circunstancias, empezaron a disponer de ocasiones de gol desde el primer momento.
Manu, Ibai, Yuri e Illarramendi fueron los primeros en probar fortuna con tiros lejanos. Romo, portero visitante, solo tuvo que intervenir en uno de ellos. Ibai, animado y jaleado por la bulliciosa afición de Mendizorroza, sacó a relucir su inteligencia y su toque en un tiro directo de falta. El bilbaíno tocó el balón por raso, la barrera saltó y el cuero se coló mansamente en la red.
La Vinotinto, que no había dado señales de vida en ataque hasta entonces, empató acto seguido. Romero probó fortuna desde fuera del área y la encontró en forma de balón rebotado en la pierna de Yuri que descolocó a Riesgo. La tónica del encuentro apenas varió a partir de ahí, aunque los venezolanos se animaron algo más a nivel ofensivo. El ímpetu inicial de la Trico-
lor fue decreciendo a medida que se acercaba el descanso. Aduriz, el único punta, se fue a la caseta sin disponer de ocasión de remate alguna. Significativo.
El tándem técnico de la Euskal Selekzioa aprovechó el intermedio para tirar de banquillo. Serantes, Arbilla, Dani García, Sangalli, Eraso y Bautista entraron de golpe. El dibujo táctico se mantuvo más o menos parecido, aunque con Williams y Bautista alternando la punta y el interior izquierdo. A Venezuela, con los mismos once que del principio, no le dio tiempo para ajustar marcas, puesto que Bautista y Arbilla aprovecharon sendos balones sueltos dentro del área visitante para elevar el marcador a 3-1.
Vesga entró a continuación por Manu y Dudamel, con todo perdido, también empezó a mover su banquillo. El marcador solo volvió a moverse al borde del final. Aritz dio primero y Murillo completó el marcador final