La pitada puede traer cola
La Federación se expone a una multa por parte de la UEFA
La sonora pitada que el público del Villamarín dedicó al himno inglés en los prolegómenos del España-Inglaterra del lunes puede acarrear una sanción en forma de multa a la Federación Española. Todo dependerá del contenido del informe que el delegado informador de la UEFA traslade a este organismo. Iusport aseguró ayer que en dicho informe no se recogía la pitada, lo que no descarta la adopción de medidas sancionadoras: puede haber un anexo posterior a este informe que sí los recoja y que, por tanto, abra la puerta a una posible multa.
Sólo de manera extraordinaria podría aplicarse el cierre de sectores de gradas en próximos partidos si este tipo de actitudes se repitieran en un futuro inmediato.
Javier Tebas, presidente de LaLiga, se disculpó públicamente por lo sucedido a través de sus redes sociales: “Los himnos nacionales representan los sentimientos más nobles y profundos de muchas personas. Siempre deben ser respetados. Tenemos que disculparnos y hacer que lo que sucedió ayer no vuelva a suceder”, publicó en twitter.
La derrota de la selección, por otro lado sirve, entre otras cosas, para alimentar el debate abierto después de que la última jornada de Liga registrara el triunfo de la mayoría de los equipos que perdieron la posesión en las estadísticas. El lunes, la Roja disfrutó del 70% de la posesión por el 30% de los ingleses. Los de Luis Enrique casi triplicaron el número de pases (774 por 267 de los de Southgate) y botaron 12 córners, por ninguno los ingleses.
Sin puntería
Pero a la hora de la verdad, el acierto de cara al gol estuvo del lado inglés: tres goles en cinco remates por 2 ¡en 25! de la Roja. A España, números cantan, no le faltó remate, pero sí le sobró un buen número de balones colgados que facilitaron la tarea de la defensa inglesa, pese a que los dos goles locales y un remate al palo llegaron de sendos cabezazos.
Y le faltó también una contundencia defensiva que, por su ausencia, facilitó muy mucho la labor de Kane, Sterling y compañía. Los goles de Inglaterra son de una velocidad, precisión y pocos toques sólo explicables por la nula capacidad de contención de la Roja. Sergio Ramos y Nacho se llevaron la mayoría de las críticas en este aspecto, pero no fueron los únicos de un desaguisado coral
La derrota alimenta el debate de la posesión: la Roja tuvo el 70% pero acabó perdiendo