Una Liga a trompicones
Las citas internacionales comen cada año más fechas del calendario doméstico y alteran el programa de entrenamientos de los clubes de Primera División
Este estira y afloja de la competición liguera no mola. Ya me parecía excesivo cuando se jugaba la primera jornada y la siguiente era un paréntesis para las citas de selección, así que ahora que se para todos los meses tengo la sensación de que los organismos internacionales se están haciendo con el calendario y lo que subyace de todo esto es que aquel anuncio estratosférico de hacer una Liga europea al estilo del basket puede seguir en la mente de los dirigentes y las fechas que ya han ganado en el calendario se utilicen no para citas de selecciones sino de clubes. Con ello, las ligas nacionales pasarían a segundo plano.
Parecía una quimera, pero insisto en que algo barruntan que puede estropear el fútbol de nuestros clubes, como, por ejemplo, se cargaron buena parte de nuestro baloncesto, que no sabes cuándo se juega cada competición, o del ciclismo, cuando se inventaron lo del “Pro Tour” que han hundido a otras pruebas de tradición.
Porque meterse en una Liga con los mejores equipos del continente no está al alcance de cualquiera, sino de esos equipos que tiran la casa por la ventana, mientras el resto hacen cuentas para ver cómo amoldar sus plantillas. Como imaginan hablo también de la Real, muy estudiosa con cada inversión que hace.
La Liga española permite a determinados clubes, exentos de convertirse en sociedades anónimas como todo hijo de vecino, gastar y gastar, con lo que podrás ganarles un día que les sale un partido rana, pero a la larga no hay manera de evitar que tres o cuatro sean los que acaparan las primeras posiciones. La pelea está en los siguientes puestos y ahí es donde hay que meter la cabeza, porque no hacerlo ya nos demuestra que equivale a ser considerado de otra pasta y abocados a rellenar los días de menos sabor futbolístico. Y no nos hace ninguna gracia