Un auténtico festival de pelota
Los llenos en Vall d’Hebron, nota feliz en el Mundial barcelonés
El eco de la pelota golpeando en las paredes del frontón siempre ha tenido una elevada sonoridad en la ciudad de Barcelona. En la retina de los buenos aficionados todavía perduran los históricos partidos que se vivieron en los frontones del Vall d’Hebron con motivos de los Juegos Olímpicos de 1992, cuando la pelota fue deporte de exhibición. Por desgracia, este boom no tuvo la continuidad deseada, pese a la tradición existente en la capital catalana. Una travesía por el desierto que podría haber concluido después del éxito de participación y de público del Mundial de Pelota barcelonés, que arrancó el pasado domingo con la sesión inaugural y que finaliza este fin de semana.
Barcelona se ha convertido estos días en la capital de la pelota, con la presencia de 300 jugadores de 14 países que han competido en los frontones del Vall d’Hebron y de Bac de Roda. Siete días de competición, 160 partidos, que concluirán con la celebración de 14 títulos en las especialidades de cesta punta, pala-paleta, mano y frontenis, seguidos todos por un numeroso público. De las siete jornadas de competición, en cuatro de ellas se han vendido todas las localidades disponibles en los frontones del Vall d’Hebron –el de Bac de Roda no dispone de gradas–, y en el resto de días las ventas han sido muy notables, con un 70% del aforo vendido el lunes y el 99% el miércoles y el jueves.
La expectación que generó el Mundial de Barcelona –ésta era la sexta vez que se disputaba en suelo español desde la primera edición en el año 1952 en San Sebastián– quedó patente desde el instante en el que se pusieron las entradas a la venta. De hecho, los abonos de siete sesiones y los de tres días estaban agotados desde finales de agosto, así como las entradas para cuartos, semifinales y finales.
Abonos agotados desde agosto
El público, venido de todos los rincones de España y con una notoria presencia de aficionados franceses –Francia, como España, ha competido en las 14 especialidades del Mundial–, ha gozado de unos abonos muy populares, que iban de los 5 euros de la entrada de un día de la fase clasificatoria a los 65 que costaba el abono completo. Con esta política de precios y sin hacer ninguna ‘alocada’ promoción, la organización se ha asegurado una masiva respuesta de aficionados, que han copado las localidades de los tres frontones del Vall d’Hebron: 990 espectadores en el frontón 54 metros, 820 en el frontón 36/30 metros y 666 en trinque.
Y lo mejor de todo es que estas instalaciones, que fueron puestas al día para el Mundial, quedarán como el gran legado para la ciudad. Una segunda oportunidad que Barcelona no puede dejar escapar
Más de 300 jugadores de 14 países están compitiendo esta semana en el Mundial