LAS 7 DIFERENCIAS
No es lo mismo hablar que decir
El giro de los acontecimientos también ha trascendido en las ruedas de prensa que los entrenadores están obligados a ofrecer antes de cada jornada. El micrófono de Zubieta recoge voces, tonos, pero el contenido varía.
Eusebio se sentaba delante de los medios a título de inventario, hablaba porque no le quedaba más remedio, y Garitano no sólo comparece, sino que dice, no sólo habla. Aporta. Con naturalidad. Sin clichés. Satisface la demanda del aficionado con un lenguaje directo y sencillo. En definitiva, hablando un lenguaje mucho más cercano al seguidor realista
De la mesura a la excitación
Si cada maestrillo tiene su librillo, cada entrenador se comporta con la conducta que siente desde el banquillo. Este punto es igualmente discordante si se compara a Eusebio con Garitano.
La transición en Anoeta viaja de la mesura pucelana a la excitación del guipuzcoano. Quizá Sacristán prefería condensar sus instrucciones en las reuniones del vestuario. Garitano interviene en cada minuto del partido: gesticula, ordena y no se arruga. El actual entrenador del Girona es mucho más sobrio en el área técnica, huye de los aspavientos y parece en continua reflexión
“La posesión me la refanfinfla”
La proclamación de principios ha sido extraída de la entrevista que Garitano concedió a este periódico el pasado fin de semana. No puede ser más aplastante. El resumen exacto de una manera de entender el fútbol. La Real se apoderó del balón en un 56,7% de promedio en la temporada 16/17, la única íntegra con Eusebio en el banquillo. Sólo por debajo del Barcelona de Luis Enrique o el Sevilla de Sampaoli. Ese año el Leganés de Garitano tuvo la posesión en un 44,2% de media. Esta Real promedia un 43,3% de posesión, habiéndose quedado en un 31% ante Barça o Athletic y en un 33% en Leganés, algo inconcebible hace siete meses
Ahora hay más de 14 activos
Ahora que ni siquiera se han disputado las primeras 10 jornadas de Liga, sólo hay un futbolista de la plantilla que no ha debutado y es por lesión: Januzaj. Asier Garitano deposita toda su confianza en la amplitud de su tropa y explora las características de cada uno, como demuestra el hecho de que 21 de 23 han sido titulares, todos menos el belga y Merquelanz. Las elecciones de Eusebio no se abrían tanto a la idoneidad de cada partido y sus protagonistas eran más selectivos: los once de siempre más los tres cambios. En total, 14. Ahora todos están enchufados
Orígenes muy diferentes
El camino que han recorrido Garitano y Eusebio para llegar a la elite ha sido radicalmente diferente. El técnico txuri urdin nunca jugó en Primera División y se forjó como futbolista y entrenador en el fútbol modesto: en Alicante, Castellón, Orihuela y Leganés mamó el otro fútbol y desde la ciudad pepinera asaltó el cielo futbolístico. Eusebio fue uno de los estandartes del Dream Team y eso le permitió que su primera experiencia en los banquillos fuese como asistente de Rijkaard. El Celta, el filial del Barça y la Real son sus experiencias previas a Girona, donde tras su destitución en Donostia quiere reivindicarse
La versatilidad contra las ideas fijas
Pese a que en el Girona está optando por un 3-5-2, Eusebio no varió el dibujo que le dio éxito en la Real, el 43-3, ni cuando la nave se le hundía. Murió con la idea que le hizo triunfar. Garitano dice que él no habla de dibujos, sino de ocupación de espacios y por ahora le hemos visto emplear el 4-4-2, el 4-2-3-1 y el 4-1-4-1. Cuando vuelva Januzaj, no se puede descartar que se acerque a un 4-3-3. El nuevo técnico tiene adapta su equipo al rival que tenga enfrente y en base a eso se puede ver a los jugadores dispuestos de una u otra manera sobre el terreno de juego. Esta semana ha ensayado cómo atacarle a un 3-5-2
Busca una Real más cómoda en el repliegue
La Real de Garitano ha encajado seis goles menos de los que llevaba en contra el equipo de Eusebio a estas alturas. El nuevo entrenador realista está intentando que su equipo se sienta cómodo en el repliegue y que esté más junto para evitar así la sangría que sufrió la pasada campaña, cuando recibió muchos goles en transiciones por estar demasiado abierto. Con Eusebio, la Real siempre intentaba apretar arriba y dejaba espacios detrás. Ahora, no es raro ver a los txuri urdin esperar en su campo con las líneas juntas. Aunque todavía tiene queda un largo camino para que la defensa funcione como un reloj