Eusebio: el idilio efímero
Vuelve el técnico lasecano al lugar donde se sintió “muy querido”
“Me gustaría que Eusebio estuviera 10 años más en la Real Sociedad”. Estas palabras de Jokin Aperribay a pie de aeropuerto son del 23 de febrero de este año, 12 horas después de caer eliminada la Real ante el Salzburgo en la Europa League. 23 días después, el presidente fulminaba al entrenador tras una dolorosa derrota en casa ante el Getafe durante la que se pidió la dimisión de Loren. Hoy, 22 de octubre, siete meses después, el entrenador pucelano se sentará en el banquillo de visitantes de Anoeta al frente del Girona.
El idilio entre Eusebio y la Real fue efímero, a pesar de que los números dicen que, con sus 112 encuentros oficiales en la ‘silla eléctrica’ txuri urdin, es el octavo técnico que en más ocasiones ha dirigido a la escuadra guipuzcoana en toda su historia. El técnico quiso trasladar a Donostia toda la filosofía que él bebió de Johan Cruyff en el Barcelona y perfeccionó Guardiola en el equipo culé. Ese fútbol de posición que busca la constante posesión y la asociación desde atrás parecía encajar como un guante en una Real repleta de futbolistas de buen pie y desplazamiento, exquisitos técnicamente como Xabi Prieto, Illarramendi y Willian José.
La mejor, la segunda campaña
En la primera campaña, tras la destitución de Moyes, Eusebio fue adaptando el equipo a su libreto, con concesiones a otros estilos, como el directo, con el que fulminó al Espanyol (0-5) en Cornellá. En la segunda temporada, el estilo de la Real fue innegociable y le hizo volar en el campo, hasta ser sexta con el gol de Juanmi en el último segundo del último partido. En la tercera, inmersos en la competición europea, la Real se fue diluyendo hasta volverse mediocre y extremadamente vulnerable. Aperribay aguantó al lasecano hasta la jornada 29ª.
46 victorias, 23 empates, 42 derrotas, 183 goles a favor y 169 en contra en 112 partidos fue el bagaje total de Eusebio en dos años y medio en la Real. Ahora, llega un tanto apurado con el Girona, con el que ha sumado sólo dos de los últimos 12 puntos. Les han hecho mucho daño sus dos derrotas en sus dos últimas comparecencias en casa, contra el Betis (0-1) y el Eibar (2-3).
A pesar de su salida, por la puerta de atrás, de la Real, el entrenador de La Seca dedicó cariñosas palabras al club que le dio trabajo y a la ciudad que le acogió: “Viví dos años y medio maravillosos en la ciudad. Siempre me sentí muy querido”, señaló Eusebio.
Al pucelano siempre se le vio integrado en Donostia, vivía en un piso con vistas privilegiadas a la Bahía de la Concha en la Avenida de la Libertad esquina calle Easo, donde ahora mora su sucesor, Asier Garitano.
El entrenador también se integró pronto en el club y absorbió su filosofía . Por todo esto, manifiesta que “volver allí siempre será especial, porque es un equipo que me ha calado, un club al que siempre le tendré un cariño especial”. Eusebio considera que su exescuadra “vive un momento anímico muy bueno” tras ganar el derbi
“Viví dos años y medio maravillosos en la ciudad; siempre me sentí muy querido”
“La Real es un equipo que me ha calado, siempre le tendré un cariño especial”