3 años con Mikel
Oyarzabal celebra hoy el tercer aniversario de su debut en Valencia convertido en el estandarte txuri urdin
La Real ganaba 0-4 en Valencia contra el Levante y David Moyes llamó a un chaval de 18 años que había estado con él en la pretemporada en Austria y Escocia. Llevaba el número 28 y se llamaba Mikel Oyarzabal. Fueron sólo seis minutos y apenas tocó el balón, pero fue el comienzo de una fulgurante historia que en sólo tres años le ha llevado a ser uno de los capitanes y uno de los referentes de la Real, amén de uno de los mejor pagados de la plantilla.
Por el camino, 119 partidos y 26 goles con el primer equipo, un debut con la selección española e infinidad de tardes tirando del carro. Porque el eibartarra, aunque ahora no atraviesa su mejor momento es, probablemente, el jugador más indiscutible de la plantilla. Así lo acredita el hecho de que haya sido alineado en los nueve partidos de esta temporada, que haya disputado 104 de los 115 partidos de Liga que han transcurrido desde aquella matinal en el Ciutat de Valencia. 86 de ellos los ha jugado desde el principio y desde que se estrenara como titular en la jornada 22 de la 15/16 ante el Betis (ya con Eusebio en el banquillo), sólo ha dejado de serlo en ocho ocasiones, perdiéndose únicamente cuatro partidos. Es decir, desde que entró en el equipo no ha salido. Eusebio, Imanol y Garitano le han dado la máxima trascendencia al atacante realista, que ha jugado de forma consecutiva los últimos 42 partidos de Liga.
Genio precoz
Son cifras que en sólo tres años le están llevando a equipararse con los jugadores más importantes que ha dado la cantera txuri urdin. No hay que olvidar que, pese a las cotas de protagonismo y liderazgo adquiridas, sólo tiene 21 años cumplidos en abril, lo que le llevó a convertirse, en Huesca, en el segundo jugador más joven de la historia del club en alcanzar los 100 partidos en Primera División. Sólo López Ufarte lo logró con menos edad. En El Alcoraz estrenó además la condición de capitán, algo también difícil de ver en un chaval de su edad y que afronta su tercera temporada como miembro del primer equipo. Pero han sido tres años que han pasado para él a la velocidad de la luz. Como casi todos los grandes jugadores, prácticamente se saltó el escalón del Sanse. Disputó cinco partidos en la 14/15 formando parte de la plantilla del División de Honor Juvenil y el curso en el que pasó a engrosar las filas del filial, apenas tuvo tiempo de jugar ocho partidos con el segundo equipo. Marcó tres goles y desde mediados de octubre empezó a formar parte de las convocatorias de David Moyes, lo que le llevó a ir desapareciendo paulatinamente de un Sanse que se le quedó pequeño desde el primer día.
Al mismo ritmo que ha ido creciendo como futbolista ha crecido también la oferta que ponía sobre la mesa el Athletic. Dos veces le ha tentado el club rojiblanco y las dos veces ha dicho ‘no’ tras la pertinente revisión de contrato por parte de la Real. Ahora, con una cláusula de 75 millones y en lo alto de la escala salarial de la plantilla, Mikel Oyarzabal es el estandarte de futuro del club. Sólo tres años después de presentarse al mundo txuri urdin en Valencia. La obsesión de Aperribay es que crezca en la Real