Los últimos vestigios del viejo Anoeta
La demolición del fondo norte continúa su curso y ya sólo quedan en pie los laterales, por lo que el estadio de la Real se abre al barrio de Amara
Poco queda en pie del viejo Anoeta. Las grúas están destruyendo los últimos vestigios del estadio antiguo para dar paso poco a poco al nuevo, que será una realidad en toda su integridad en otoño del año que viene. Se han acelerado los trabajos desde el encuentro del lunes por la noche entre la Real y el Girona y el fondo norte comienza a ser historia. De hecho, ya sólo quedan en pie los laterales, que serán pasto de las dentelladas de las máquinas durante los próximos días.
Ese fondo norte es ahora un socavón gigante que permite visualizar las nuevas gradas desde la Avenida de Madrid y desde la rotonda más cercana al estadio, en la Plaza Aita Mari.
La foto panorámica de Mundo Deportivo, realizada desde uno de los pisos más altos de la Torre de Anoeta, descubre el estado de las obras y el contraste entre los escombros de la grada sur y el esplendor de los nuevos graderíos, especialmente los del anillo inferior, ya que en el superior no están instalados los nuevos asientos. Esas nuevas butacas de las gradas superiores se sustituiránen el siguiente parón ligue ro, el de noviembre.
Ahora mismo, la explanada donde estaban ubicados los monumentos en memoria de Aitor Zabaleta y Alberto Ormaetxea es un cúmulo de escombros que se irán recogiendo para el encuentro ante el Sevilla del día 4 de noviembre. Además, en esa zona deben hacer excavaciones con el fin de construir el futuro aparcanorte miento del estadio.
La previsión del club es poder empezar a levantar la nueva estructura en diciembre con el fin de que haga de parapeto para las corrientes de aire y la lluvia procedente del tan propias de los meses de invierno. Lógicamente, este sector del campo, que acogerá la grada familiar, no será operativa hasta el inicio de la temporada 2019/20. Estará totalmente construida para la próxima primavera y a partir de ahí, habrá unos meses para disponer los accesos y los servicios e instalar las butacas.
Desde la próxima temporada, por lo tanto, Anoeta ya podrá disponer de su máxima capacidad: 39.000 espectadores. No obstante, las obras no estarán terminadas cuando empiece la Liga allá por agosto. Aún habrá que realizar trabajos, fuera de proyecto, como los relacionados con los palcos a pie de campo, los vestuarios y la sala de prensa.
El coste de las obras de Anoeta, que buena parte sufragará la Real, se ha elevado ya hasta los 60 millones de euros por las mejoras que ido introduciendo el club sobre el proyecto inicial. El presupuesto original y licitado de la rehabilitación ascendía a 47 millones