Las portadas de los otros

Coutinho, Isco, Suárez o Bale. Las portadas de este Clásico inédito obvian la imagen de los dos cracks que han marcado las primeras páginas de la última década. Ni Messi ni Cristiano estarán hoy en un Camp Nou amenazado por el mal tiempo. Será un Clásico de equipo en el que habrá que ganarse la portada. El Barça llega con confianza tras su buen partido ante el Inter y el Madrid con urgencia, con un entrenador cuestionado desde el propio club y que divide a sectores del vestuario. El objetivo blaugrana de dejar al Madrid a siete puntos choca con el blanco de reengancharse a la Liga con un golpe de timón en el Camp Nou. Los equipos deberán pesar hoy más que los cracks.

EL BARÇA HA RECUPERADO SU TONO

con la entada de Arthur y Valverde parece más cómodo con un Rafinha en el once que con un Dembélé, en este momento del campeonato. El entrenador del Barça busca equilibrio y eso se lo da más un equipo decantado hacia el 4-4-2 que hacia el 4-3-3. Rafinha juega bien entre líneas y tiene llegada. Es un medio metido delante. Dembélé es un extremo que posee algo muy necesario sin Messi: capacidad de desborde, pero es un delantero que puede presionar sin balón, pero sin vocación centrocampista. Sin Neymar en el equipo no hay un líder que pueda suplir a Messi, con lo que deberá hacerlo el equipo. La aportación de Suárez siempre ha sido superlativa sin el argentino en el campo y se espera que Coutinho tenga más peso.

EN EL MADRID LA CLAVE ESTARÁ

en la forma en que se encuentra Isco, el futbolista seguramente más determinante en el esquema de Lopetegui, como lo fue cuando estaba al frente de la selección. Bale y Benzema, cuestionados en Madrid, tienen buenos promedios de actuación contra el Barça y Ramos lidera una defensa que permite crear demasiado peligro al rival, algo a lo que el Barça también se ha sumado en parte de esta temporada. Este Clásico es inédito, con portadas diferentes, pero igual de apasionante