Un fabuloso juego de niños
Destrozó de nuevo al Madrid con un ‘hat trick’ dedicado a sus tres hijos en la semana del nacimiento de Lauti
Sin el parapeto goleador de Messi, siempre efervescente, a Luis Suárez le tocó dar un paso adelante. Y lo dio, con solvencia, dejando una huella histórica en su pisada, una huella descomunal, en uno de sus mejores encuentros de azulgrana. En un Clásico, que son palabras mayores. Tardó poco en hacerlo, apenas media hora, aprovechando la asfixiante presión azulgrana y apartando de un manotazo la oposición del Madrid. Sus tres goles tuvieron dedicatoria especial. A su tercer hijo. Nació hace un días y se llama Lautaro.
El partido precisaba menos ortodoxia y más determinación. Lo entendió Coutinho y también el uruguayo. Suárez se fabricó su primer gol provocando un penalti que necesitó ser aclarado por el VAR. Suerte de la tecnología. Era clarísimo. Lo transformó con la eficacia y la plenitud de los que se sienten cracks. En medio del festejo, levantó la camiseta del Barça y enseño otra a la cámara. Decía “Bienvenido Lauti”. Vino al mundo en la víspera del Inter. La imagen también incluía a Delfina y Benjamín, sus hermanitos.
Parecía que el partido estaba finiquitado. El Barça vivía agrandado por su suficiencia y nada parecía perturbar su tranquilidad. Pero tras el descanso, tras el 2-1 de Marcelo, el Barça necesitó la pócima del mejor ‘9’ de la década. Los Barça-Real Madrid se le dan más que bien. Nueve goles en once partidos cuentan muchas cosas.
El 3-1 llegó con mensaje para todos aquellos que llegaron a dudar de
su olfato goleador, aquellos que vaticinaron su debacle. Un remate de cabeza que fue un martillazo, impepinable. No saciado, Suárez se puso a idear y ejecutar con veneno otro, una suave vaselina que Courtois no tardará en olvidar. Acababa de firmar su 12º ‘hat trick’’ y su séptimo tanto de la temporada. Desde febrero que no se llevaba el balón a casa. Mientras el Real Madrid busca un goleador, el Barça tiene a Suárez y a Messi, claro.
Quinto goleador histórico
Hubiera podido marcar más, un chut al palo y un disparo acrobático bocajarro, pero Courtois paró su afán. Se fue del Clásico con 159 con el Barça, ya está en el top 5. La grada le enseñaba la ‘manita’. Debió recordar aquel 5-0 de 2010. ¡Qué curioso! Estaba en el grada. y Messi en el campo. Queda también la imagen del portero belga y el uruguayo charlando amigablemente a la conclusión