Un empate insuficiente
Yoel Sola adelantó al Real Unión en Merkatondoa, pero el Izarra igualó un partido muy abierto
A este Real Unión le cuesta mucho ganar los partidos. También que le derroten y como consecuencia empata mucho. Hasta seis igualadas ha sumado en las 10 jornadas disputadas y a ese ritmo lo normal es irse alejando de la zona noble, como le está sucediendo. Ayer, como le sucediera en Gernika o en Miranda, no aprovechó el adelantarse en el marcador. De nuevo fue incapaz de sujetar un marcador favorable y el gol de Yoel Sola sólo sirvió para sumar un punto. Escaso botín ante un rival que había perdido sus últimos cuatro partidos.
Juan Domínguez había avisado de las peculiaridades de Merkatondoa y pergeñó un equipo diferente al habitual, seguramente más preparado para adaptarse al tipo de partido que les esperaba. Sentó a Beitia, a Capelete y a Alain Eizmendi y dio entrada a Yoel Sola y Javi Martínez, dos jugadores con poco protagonismo por las lesiones pero que la pasada campaña habían defendido la camiseta de Izarra, por lo que conocían bien lo que allí les esperaba. Además, también situó a Ekhi como pivote para contrarrestar ese fútbol directo que se preveía.
Quizás por tanto cambio, al Real Unión le costó meterse en el partido y fueron los locales quienes achucharon en los primeros minutos. Al menos mantuvo su puerta a cero, pero en 11 minutos Estrada y Etxabeguren ya habían visto una amarilla. Para entonces Asier Etxaburu ya había tenido que abandonar el campo con una fractura de nariz que obligó a su traslado a un centro hospitalario. En su lugar salió Capelete que le dio vidilla a la ofensiva irundarra.
Orbegozo, muy activo ayer, ya había dado un primer aviso antes de que en el minuto 22 Yoel Sola aprovechara un centro de Capelete para cabecear un balón que Iricibar detuvo en primera instancia, aprovechando el centrocampista navarro el rechace para lograr el único gol del Real Unión.
Otro gol evitable
Los locales acusaron el golpe y estuvieron unos minutos a la deriva. Poco a poco el Real Unión se fue encontrando más cómodo y cuando más controlado parecía tener el partido llegó el córner que Irazusta despejó mal, dejando el balón a los pies de Garrido, quien disparó entre un bosque de jugadores que superó para lograr el empate poco antes del descanso. Mazazo.
En la reanudación Orbegozo avisó de nuevo, pero también Cisneros y Garrido. El partido estaba abierto y de nuevo Orbegozo tuvo el gol con un disparo que Iricibar despejó con un paradón. Aunque para ocasión la de Cristo Díaz, que mandó su disparo al poste. Cualquier cosa podía pasar en Merkatondoa.
Al menos el Real Unión tuvo ambición y se fue a por una victoria que casi encuentra con un disparo de Orbegozo al lateral de la red. Una pena