Aitzol Atutxa, pentacampeón de Euskadi
El de Dima logra su quinta txapela consecutiva en una emocionante final en la que superó a Vicente por 19”
Aitzol Atutxa se proclamó ayer campeón de Euskadi de aizkolaris por quinta vez consecutiva tras imponerse en un Labrit abarrotado a Iker Vicente y a un sorprendente Mikel Larrañaga. El campeón de Dima logró su quinta txapela en una emocionante final en la que tuvo momentos delicados a los que supo sobreponerse para superar a sus rivales y seguir así agrandando su leyenda.
Fue Atutxa II quien comenzó mandando tras los tres primeros troncos (dos kanaerdikos y uno de 60”). El campeón de Dima aventajaba en 11 segundos a Vicente y en 19 a un Larrañaga que fue de menos a más, mientras Eneko Otaño, Joseba Otaegi y el veterano Iñaki Azurmendi ya daban muestras de estar lejos de la pelea por la txapela.
Tras el cuarto tronco, el joven Vicente tomó el mando de la prueba, dando una sensación de fortaleza que parecía encaminarle hacia su primera txapela, mientras Atutxa parecía entrar en crisis. Larrañaga seguía al acecho, aunque el azpeitiarra cedía 25 segundos con el aizkolari de Otsagabia y 17 con el vizcaíno.
Fue tras el sexto tronco, justo a mitad del trabajo, cuando Larrañaga
logró superar a Atutxa para situarse segundo a 26 segundos de un sólido Vicente, que dejaba al campeón a 46 segundos.
Sin embargo Atutxa sacó su casta de campeón y comenzó a remontar. El séptimo tronco se le atragantó a Vicente, que salió del mismo con apenas cuatro segundos sobre Larrañaga y nueve sobre un renacido Atutxa, con Azurmendi, Otaño y Otaegi lejos.
El campeón de Dima era otro y tras el octavo tronco salió en cabeza con siete segundos sobre Larrañaga y 25 sobre Vicente. Su renta creció hasta los 26 y 35 segundos sobre ambos a dos troncos del final, pero del undécimo tronco el de Otsagabia salió segundo a 15 segundos de Atutxa II. Restaba un último tronco y la batalla se presumía épica entre ambos porque Larrañaga, presa del cansancio, cedía
definitivamente al salir a 39 segundos.
Con un Labrit jaleando a los contendientes, Atutxa y Vicente lo dieron todo, logrando la txapela el vizcaíno por escasos 19 segundos sobre Vicente. Ambos, desfondados, apenas podían mantenerse en pie. Larrañaga, visiblemente agotado, fue tercero a más de un minuto, aunque es de elogiar el campeonato del aizkolari guipuzcoano que confirmó las expectativas que había sobre él. Azurmendi, Otaño y Otaegi completaron la clasificación.