La idea y el resultado
El entorno de la Real ha pasado en tres semanas de sacar pecho por el triunfo obtenido en el derbi con nueve canteranos en el ‘once', a rasgarse las vestiduras por perder con una propuesta idéntica en el campo del Atlético de Madrid, un estadio en el que ha ganado seis de las 66 veces que lo ha visitado lo que, a priori, habla de una dificultad congénita para ser competitivos en casa de los colchoneros. Presumir de cantera sólo cuando se gana y cuestionar las cosas cuando no vienen tan de cara con esa misma idea es fácil. E injusto. El resultado no debería mediatizarlo todo porque tan respetable es quien desee una Real competitiva, en la que sólo prime ganar, aunque el peaje a pagar sea jugar con pocos canteranos, como el de un sector de este club que entiende que jugar con el mayor número de gente de casa posible es la mejor manera de verse representado por su equipo. Esa fórmula, lógicamente, tiene sus limitaciones, y más ante un adversario como el Atlético, propulsado por una inversión multimillonaria en fichajes. Si no se acepta, existe un problema. Es más fácil ganar en San Mamés con un equipo de cantera que en el Metropolitano, fundamentalmente por el potencial del rival, pero la idea que se propuso en un partido y en otro no difirió en exceso. En Bilbao, de hecho, la Real disparó tres veces entre los tres palos e hizo tres goles, dos de penalti. Aquello se magnificó y ahora todo parece mucho peor. Otra cosa es que no guste la idea futbolística pero ésa sigue siendo la misma y es la que fueron a buscar Aperribay y Olabe