Un reencuentro con el pasado
Real y Celta no se cruzan en la Copa desde una aciaga noche de hace 10 años, única ocasión en la que los gallegos eliminaron a los txuri urdin
Si este soporte fuera la televisión, se podría hablar de ‘Cachitos de Hierro y Cromo’ para referirse al Celta-Real Sociedad que ha deparado la Copa del Rey para sus dieciseisavos de final. Una eliminatoria con sabor añejo y que suena a música clásica. Mañana recopila momentos que, si bien no pasaron a los anales, evidencian que es un cruce con solera.
La Real sale bien parada de los precedentes. Se pueden rescatar del álbum cuatro eliminatorias entre Celta y Real desde que existe la Copa del Rey. Tres terminaron con clasificación txuri urdin. Sólo en la última de 2008 hubo que lamentar la eliminación.
La estación término de este viaje por el pasado fue en Vigo, en una noche aciaga de hace 10 años. La única de todas en resolverse a partido único. Los celestes doblegaron a la Real 2-0 con dos goles de un tal Dinei. La alineación que presentó el por entonces entrenador txuri urdin, Juanma Lillo, es revocable, inevitablemente, a los tiempos oscuros de la Segunda División: Zubikarai bajo palos; Carlos Martínez, Labaka, Mikel González y Dramé en defensa; Markel Bergara, Gerardo, Estrada y Moha en medio; Marcos de enganche y Necati en punta de ataque. Media docena de canteranos y cinco foráneos de perfil ramplón.
Fue un partido para olvidar. Los anteriores se dibujaron en blanco y negro. Todos disputados en eliminatorias de ida y vuelta. Todos de color txuri urdin. Uno en la 50/51, otro diez años después, por último en la 75/76. En las tres ganó la Real.
Todo queda en Balaídos
El cruce entre Celta y Real recupera toda su vigencia en un escenario de fácil punto de encuentro sentimental para cualquier seguidor txuri urdin. En Balaídos, el campo vigués, se han escrito historias de calado para el club guipuzcoano. Allí se esfumó la posibilidad de que la Real dependiera de sí misma para conquistar su tercera Liga en la última jornada (2003). Y en tierras pontevedresas logró el decimoquinto pase de su historia para competiciones europeas (2016).
Todo queda en Balaídos. La Real que se quedó a las puertas de ganar la Liga hace 15 años fue capaz de desplazar cerca del 10.000 almas a un estadio que, hace un par de temporadas, con las gradas más despobladas, regaló una tarde de grato recuerdo con el agónico pase a Europa, gracias al gol de Juanmi de cabeza a la salida de un saque de esquina en la última jugada del partido (2-3).
Tan presente está Balaídos en la memoria de la Real, que durante el año del ascenso a Primera División dejó otra efeméride, en esta ocasión de carácter luctuoso. La Real ganó 0-1 al Celta un 16 de enero con gol de Nsue. Fue el último partido que atestiguó en vida José Luis Orbegozo, presidente más laureado en la historia del club, que fallecía al día siguiente a los 80 años de edad