“YO TAMBIÉN ESPERO MÁS DE MÍ”
Mikel Oyarzabal Jugador de la Real Sociedad
Hay que convencerse uno mismo de que las cosas te pueden salir bien, aunque no estés en tu mejor momento” Nunca imaginé llegar aquí a estas alturas y hacer lo que he hecho, pero quiero seguir progresando”
Fue importante ganar, pero el del Levante es un campo del que voy a tener un bonito recuerdo toda mi vida”
Mikel Oyarzabal nunca olvidará el Ciutat de Valencia. Fue allí donde debutó hace tres años de la mano de David Moyes, con sólo 18 años. El viernes fue decisivo en la remontada del conjunto blanquiazul ante el Levante. El eibartarra dio la asistencia a Theo Hernández en el empate a uno y fue el autor del definitivo 1-3 tras aprovechar un sensacional servicio de Juanmi después de una jugada que él mismo fabricó tras conectar con Illarramendi.
¿Qué explicación tiene desde la caseta de la Real de lo que pasó en el Ciutat de Valencia?
El planteamiento que hicimos en el primer tiempo no lo ajustamos bien. Estábamos llegando tarde a los sitios, nos salían con facilidad, ganaban las segundas jugadas. En ataque no teníamos salidas u opciones para hacer peligro. El cambio táctico en el segundo tiempo nos vino bien, nos supimos ajustar, comenzamos a hacer cosas que estábamos haciendo en otros partidos, que estábamos más acostumbrados quizá, y fuimos justos merecedores.
¿En qué mejoraron con el cambio de sistema?
Estábamos siendo incapaces de saber cómo anularles a ellos y cómo hacerles daño en ataque. Cuando cambiamos a defensa de cuatro y pusimos a los dos pivotes por delante, defensivamente estuvimos mejor y ofensivamente empezamos a tener más opciones por fuera. Hay que quedarse con el segundo tiempo.
¿Fue decisiva la aportación de los suplentes?
Sí. Ya lo dijo Garitano. Aquí no somos ni 11, ni 12, ni 13, aquí aporta toda la plantilla. Remamos todos en la misma dirección. Juegues, te quedes en el banquillo o en casa, notas siempre la fuerza del compañero.
La victoria llegó gracias a tres golazos...
Muchas veces cuando te obsesionas por meter un gol, cuando llevas tres partidos sin marcar y le das más vueltas, es cuando más cuesta. Pero cuando dejas que todo fluya, que el fútbol que tenemos todos salga al campo, a veces, sin darte cuenta, llegan los goles, y lo del viernes es un ejemplo. Teníamos ganas de hacer un buen partido, de ganar. Llevábamos tiempo sin hacerlo y nos vamos contentos.
La Real llevaba más de 300 minutos sin ver puerta...
Es lo que te he dicho. Lo estábamos buscando, quizá con obsesión, y al final no llegaba, y muchas veces en jugadas puntuales, cuando haces las cosas bien, como tienes que hacerlas, conseguimos acertar.
¿Qué supone, en lo personal, volver a ver puerta?
Estoy contento por el gol, pero sobre todo contento por ayudar al equipo con los tres puntos. Era la idea que teníamos, veníamos a ganar, a irnos al parón con sensaciones positivas y lo conseguimos.
Una de las cosas más llamativas del partido fue su acción en la que hizo un ‘Brozovic’. ¿Cómo explica esa acción de la falta de Bardhi en la que se tumbó para evitar su disparo raso?
Era lo que teníamos hablado. Sabíamos que nos podían hacer daño a balón parado, que tenían buenos golpeadores. Hablando con el entrenador y con los porteros de lo que tenía que hacer, hice lo que me habían pedido y tuve la suerte de impedir el tiro a puerta. Sabíamos que nos podían hacer daño, que los golpeadores que tenían son de mucha calidad, que tenían buen golpeo y podíamos sufrir. Sabía lo que tenía que hacer. Todos sabían qué debían hacer y evitamos que el balón entrara.
Históricamente el Ciutat de Valencia no suele ser un campo propicio para la Real, pero sí lo es para Mikel Oyarzabal...
Para mí va a ser toda mi vida un campo especial, un campo del que voy a tener un bonito recuerdo toda mi vida. Para mí es importante el hecho de ganar, de irme de este campo que tan buenos recuerdos me trae con una victoria para el equipo, que es lo que queríamos.
Han pasado muchas cosas desde aquel debut en el Ciutat de Valencia en 2015. Aquel día seguro que hubo familiares porque era su estreno. ¿Hoy era un partido más, no?
En el debut tuve la suerte de que mis padres estuvieron aquí. Ellos se enteraron, como yo, de que iba a ir el día anterior. Cogieron todo de prisa y corriendo y estuvieron aquí en un día especial para mí. El viernes, y en ese horario, no pudo ser, pero es un campo especial, ganamos, nos fuimos contentos y hay que valorar las cosas positivas.
¿Imaginaba aquel chaval de 18 años que se iba a convertir en el futbolista en el que se ha convertido con 21?
Obviamente, no. Nunca imaginé que podía llegar a esto, pero no me quiero conformar con esto. Quiero ir a más. Los momentos difíciles también te hacen aprender, te enseñan y hay que valorar las cosas cuando te salen bien y cuando las cosas no te salen en el campo. Hay que valorar lo que te da la vida fuera. Muchas veces nos centramos mucho en el fútbol y nos olvidamos de todo lo que tenemos fuera y de la gente que está detrás y es importante para nosotros.
¿Se había obsesionado porque el gol no llegaba?
Por suerte todavía no he entrado en eso, en el hecho de volverme loco y obsesionarme con las cosas. Es verdad que si las cosas te salen bien de primeras, obviamente, es mejor y todo sale más rodado. Estoy contento porque nunca me hubiera imaginado llegar aquí a estas alturas y hacer lo que he hecho, pero quiero seguir progresando, quiero seguir dando pasos y espero que esto sea el principio.
¿Siente que la afición espera mucho más de usted, sobre todo en Anoeta?
Yo también espero más de mí, porque me veo capaz de hacer las cosas mejor de lo que estoy haciendo. Hay que convencerse uno mismo de que las cosas te pueden salir bien, aunque no estés en tu mejor momento y confiar en ti.
En el gol de Theo, ¿pensó en algún momento en chutar o enseguida vio al francés?
Por suerte, cuando el balón me vino, giré la cabeza y vi a Theo. Tenía en mente ese pase de primeras y no pensé en chutar.
¿Cómo explica que la Real sea el mejor equipo fuera (13 puntos) y de los peores en casa?
En casa no estamos teniendo la suerte que quizá fuera hemos tenido en algunos partidos. El trabajo y el esfuerzo son innegables. Todos los partidos estamos igual. Con el trabajo que estamos haciendo, las victorias también llegarán en casa
No ajustamos bien el planteamiento de la primera parte y el cambio táctico en la segunda nos vino bien”
Juegues, te quedes en el banquillo o en casa, notas siempre la fuerza del compañero. Aquí aporta toda la plantilla”
En la falta de Bardhi, hice lo que me habían pedido los porteros y los entrenadores; tuve la suerte de impedir el tiro”