Aire fresco en Anoeta
Fue un gusto ver el encuentro que el equipo femenino de la Real jugó el pasado domingo en Anoeta. La energía, la pasión y el buen juego de las pupilas de Gonzalo Arconada para superar un resultado adverso en la segunda parte fueron admirables. Y emocionante comprobar la ilusión que desprendían los 21.234 aficionados presentes -¿cómo ofrecieron un dato tan exacto si no había tornos?- cuando las de azul y blanco superaban la línea del centro del campo. Es un ambiente diferente al que se respira en los partidos de la Real de Imanol Alguacil, más festivo, con un mayor número de jóvenes, también motivado por las miles de entradas que se repartieron en colegios y clubs de fútbol. En todo caso, este encuentro y el del próximo domingo contra el Sevilla en Copa traen aire fresco a un Estadio de Anoeta quizá demasiado cargado de tensión cuando el que juega es el equipo masculino. Es evidente que lo que sucede esta semana es una excepcionalidad y que cuando las chicas vuelvan a Zubieta quizá responda sólo el núcleo duro, con algún agregado. Pero es bonito y positivo comprobar la evolución, desde el progreso técnico de las jugadoras hasta la expectación que genera, que en todos los aspectos está experimentando el fútbol femenino. Sólo había que ver las caras de las futbolistas de la Real, de euforia e ilusión, al final del derbi para darse cuenta de que ver Anoeta así por ellas las había hecho felices. La locomotora del club seguirá siendo el equipo de Primera, pero el de la Liga Iberdrola pega fuerte y tiene tirón